Redacción- ¿Sabes que cuando los cachorros juegan con sus hermanos y su madre están sentando las bases de las que serán sus conductas de adultos? Según Rosana Álvarez Bueno, de Etolia etología veterinaria, empresa que presta servicios de etología en animales, “aprenden a adoptar las posturas agonísticas (dominancia y sumisión), a controlar la mordida, las conductas sexuales, la conducta de caza, además de cómo coordinar los movimientos, saltos y caídas.
Todas estas conductas se van experimentando mientras los cachorritos juegan unos con otros, y aún en la etapa de adulto podemos seguir viendo cómo durante el juego los animales ejecutan movimientos propios del display de cualquier conducta sin llegar a ser un comportamiento serio. Por lo tanto, el juego es esencial para que un cachorro se desarrolle de manera equilibrada conductual y fisiológicamente hasta la etapa de adulto. Los animales que no han jugado en su infancia pueden desarrollar problemas de comportamiento como falta del control en la mordida, agresividad en el juego, juego descontrolado, intolerancia al contacto, miedos, destrucción en casa, etc”.
Viendo la importancia que tiene el juego en los cachorros, cuando el nuestro ya esté en casa, deberemos proporcionarle juguetes para interactuar con él. No se trata de dejar al animal que se entretenga solo todo el tiempo sino de pasar un rato diario jugando con él. Los juguetes para perros cachorros deberán ser blandos, para no dañar sus dientes ni interferir en su crecimiento y no presentarán piezas que puedan desprenderse o romperse ya que el pequeño can podría tragárselas.
Los juguetes para perros adultos responden a estas necesidades específicas: evitar que sufra ansiedad por separación y las conductas destructoras que se derivan de ella, estrechar vínculos con su humano y animarle a hacer ejercicio.
Los juguetes caninos ideales para cuando la mascota se queda sola son los clasificados como interactivos. Estos accesorios permiten que el peludo se entretenga solo y los más comunes son los que esconden en su interior premios o comida. La idea es que el peludo pase un buen rato encontrando la manera de sacar la comida de su interior (haciéndolos rodar, por ejemplo). Los juguetes masticables permitirán al perro soltar energía y no emprenderla con el mobiliario de casa.
Los juguetes para perros con forma de cuerda y en los que el can tira de un extremo y su humano del otro, son idóneos para fortalecer el vínculo entre ambos. También lo son las pelotas y discos voladores. Estos últimos tienen el plus de favorecer el movimiento del animal e incluso se pueden emplear para enseñarle las órdenes básicas.
Acabamos con una recomendación importante que en muchas ocasiones pasamos por alto: es mejor gastar un poco más en juguetes de calidad que no pongan en riesgo la salud de nuestro perro. Ten por seguro que además de este aspecto, serán más duraderos. Lo barato algunas veces puede salir caro.