Redacción- Tradicionalmente se ha creído que la nicotina era la principal culpable de los problemas que padecen los bebés cuyas madres han fumado durante el embarazo. Pero ahora un trabajo que se publica en la revista American Journal of Physiology pone el foco en otra cuestión.

La causa que ahora se pone sobre la mesa son los radicales libres. Estas moléculas son sustancias que se producen a partir del humo del tabaco y cuya principal propiedad dañina es que tienen un alto poder oxidante.

¿Qué implica que puedan oxidar otras moléculas? La oxidación es uno de los procesos por los que se puede producir daño a las células y a los tejidos. Por tanto, este es el mecanismo propuesto para explicar muchos de los problemas que afectan a los hijos de las madres que fuman, como por ejemplo fibrosis pulmonar (pulmones rígidos con baja capacidad) o un mayor riesgo de infecciones pulmonares.

El consumo de tabaco en la madre también puede producir alteraciones en el crecimiento  del feto debido a que la sangre que le llegará estará menos oxigenada. Esto puede causar que el futuro bebé nazca menos desarrollado y con un menor peso. Así que, ahora que se conocen mejor las consecuencias, con más razón nada de tabaco durante el embarazo.