• Informe muestra una disparidad significativa entre las víctimas masculinas y femeninas

Redacción – Las estadísticas recientes proporcionadas por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) revelan un panorama inquietante sobre la violencia en Costa Rica. Hasta la fecha, el año 2024 ha registrado 509 víctimas de homicidio doloso, una ligera disminución en comparación con las 514 víctimas reportadas en 2023. Sin embargo, las cifras aún reflejan una crisis de seguridad pública que requiere atención urgente.

El informe muestra una disparidad significativa entre las víctimas masculinas y femeninas. En 2024, 469 hombres han sido víctimas de homicidio doloso, en comparación con 463 en 2023. Las víctimas femeninas también han aumentado, pasando de 42 en 2023 a 45 en 2024. Estas cifras indican que, aunque la violencia afecta predominantemente a los hombres, también está aumentando entre las mujeres.

La distribución de las víctimas por edad presenta patrones preocupantes. Los jóvenes de 18 a 30 años representan el grupo más afectado, con 193 víctimas en 2024, ligeramente menos que las 200 reportadas en 2023. El siguiente grupo más afectado es el de 31 a 50 años, con 154 víctimas en 2024 frente a 135 en 2023. Estas estadísticas subrayan la necesidad de enfoques específicos para proteger a los jóvenes y a los adultos en edad productiva.

El informe del OIJ destaca variaciones significativas en la distribución de homicidios por provincia. San José, Limón y Puntarenas son las provincias más afectadas, con 126, 124 y 106 homicidios respectivamente en 2024. En comparación con 2023, San José ha experimentado un ligero aumento de homicidios, mientras que Limón y Puntarenas muestran una tendencia descendente. Estas cifras sugieren la necesidad de estrategias de seguridad adaptadas a las particularidades de cada región.

La mayoría de los homicidios en 2024 se cometieron con armas de fuego, con 402 casos, una leve disminución respecto a los 411 en 2023. Otros tipos de armas, como armas blancas, han mantenido cifras similares en ambos años. Los móviles de los homicidios varían, pero los ajustes de cuentas y las discusiones/rinas son los más comunes, con 348 y 88 casos respectivamente en 2024. Estos datos subrayan la importancia de abordar las causas subyacentes de la violencia, como el crimen organizado y los conflictos interpersonales.

Aunque las cifras de 2024 muestran una leve disminución en el número total de homicidios respecto a 2023, el alto número de víctimas y la persistencia de patrones preocupantes indican que la violencia sigue siendo un problema crítico en Costa Rica. Las autoridades deben redoblar sus esfuerzos para implementar políticas de seguridad efectivas, enfocándose en la prevención del crimen, la intervención temprana y la justicia social.

La cooperación entre las fuerzas del orden, las comunidades locales y las organizaciones internacionales será esencial para abordar la complejidad de la violencia en el país y garantizar un futuro más seguro para todos los costarricenses.

CORTESÍA OIJ