Redacción- El robo reciente de una barrera divisora en la ruta a Cartago deja en evidencia que la sustracción de este -y otro tipo- de piezas es un fenómeno que se convirtió común en el país.
La gerencia de vías y puentes del Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI) identificó que algunas personas suelen apropiarse de piezas como señales de tránsito, tapas, rejillas y recientemente, los nuevos ascensores en algunos puentes peatonales se convirtieron en blanco del hampa.
De acuerdo con datos de la sección de ingeniería de tránsito del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) en promedio se invierten unos ¢80 millones de colones al año para sustituir las señales de tránsito que son robadas.
Subsanar este tipo de robo, significa un costo de ¢50 mil colones en promedio por cada dispositivo.
Sin embargo, en el CONAVI la situación es distinta.
Cristian Vargas, gerente de vías y puentes aseguró que este tipo de robos son comunes y por eso se están variando las tapas de hierro por unas de plástico especial, cuyo costo es menor y no puede ser reciclado.
Aunque conocen del problema acerca del robo de dispositivos como las tapas o rejillas de alcantarillas en dicha institución no saben cuántas son sustraídas.
Según las cifras, durante el 2015 cerca de 3500 señales necesitaron un cambio o fueron robadas, sin embargo, en cuanto al tema de tapas o rejillas, los número no parecen estar tan accesibles.