Redacción – Una perra del Cuerpo de Marines de Estados Unidos recibió la condecoración más alta al valor por su excelente labor al salvar vidas durante seis años de servicio.
Lucca logró completar con total éxito 400 misiones con su habilidad de detección y búsqueda de explosivos salvando así la vida de miles de personas.
Ella y su guía siempre estaban al frente para poder garantizar la seguridad de las personas que se encontraban detrás de ellos y dichosamente nunca hubo pérdidas humanas en los patrullas en las que participó.
En su última misión, el 23 de marzo de 2012, un artefacto explosivo detonó cerca de Lucca resultando en la pérdida de una de sus patas.
El cabo Rodríguez, guía de Lucca, relató parte de lo ocurrido ese día.
«La explosión fue enorme e inmediatamente temí lo peor. Corrí hacia ella y la vi luchando por levantarse. La levanté y corrí a refugiarnos cerca de unos árboles en las inmediaciones; apliqué un torniquete en su pata lesionada y llamé a los médicos para que nos rescataran. Me quedé con ella durante su operación y recuperación. Ella había salvado mi vida en muchas ocasiones y tenía que asegurarme de que yo estaba ahí cuando me necesitaba», expresó.
Durante todo su tratamiento de emergencia y recuperación, el cabo Rodríguez nunca se separó de su fiel amiga.
En la actualidad Lucca está retirada y vive con el sargento de artillería, Chris Willingham y su familia en California.
Willingham sirvió con ella en Afganistán y dijo: «Lucca es muy inteligente, leal y tiene habilidades increíbles para el trabajo como perro de búsqueda. Ella es la única razón por la que pude regresar a casa con mi familia. Soy afortunado de haber servido con ella. Hoy hago todo lo posible para que sea feliz en su merecido retiro».
En una ceremonia especial Lucca se convirtió en la 67º receptora de la Medalla Dickin PDSA y siendo ella la primer K9 del Cuerpo de Marines de Estados Unidos que recibe ese honor.