Redacción- Las erupciones recientes del volcán Turrialba continúan generando trastornos para los habitantes de lugares cercanos.
La ceniza, se convirtió precisamente en el principal problema pues los daños son considerables, tanto para la vegetación así como para los animales de la zona o incluso, el equipo científico que utilizan para medir la magnitud de las erupciones.
Eliécer Duarte, vulcanólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico (OVSICORI) de la Universidad Nacional, manifestó que la gran cantidad de ceniza emanada por parte del volcán desde el pasado sábado 30 de abril, afecta de forma considerable algunos sectores, donde se acumulan varios centímetros de ceniza.
«En el área al sur del cráter, donde ocurren las erupciones existen acumulados entre los tres y cuatro centímetros. Hacía el sector del mirador, la ceniza tiende a ser menor, sin embargo, hay entre uno y dos centímetros acumulados» manifestó Duarte.
En relación con las comunidades con más afectación, el experto manifestó que todas se encuentran en promedio entre los dos y un kilómetro y medio de distancia del cráter, quienes tienen una semana prácticamente de recibir ceniza de forma constante.
«La vegetación está muy resentida. Hay equipo en la zona, como instrumentos científicos y de telecomunicaciones con una afectación importante» informó el experto.
¿Posibilidad de lava?
Aunque las últimas erupciones de ceniza, demuestran que se trata de material muy joven y con una amplia cantidad de insumos magmáticos, los científicos aún no pueden dilucidar si se podría o no dar una erupción de material incandescente o corrientes de lava producto de la actividad del volcán.
«La ceniza de estos días viene de zonas más profundas del edificio volcánico. Hay un esfuerzo importante desde lo interno de la estructura por salir, sin embargo, se está pulverizando en el camino y se emana en forma de ceniza» comentó Duarte.
Acerca de la profundidad de la lava, los expertos no tienen un panorama claro sobre que tan profunda se encuentra, sin embargo, mantienen la vigilancia en el volcán para evitar cualquier tipo de inconveniente.
Este viernes, la Comisión de Emergencias, comenzó a distribuir heno entre los ganaderos, para que alimenten a sus animales. Además, en las comunidades donde las fuentes de agua están contaminadas por la ceniza, un camión cisterna se encarga de suministrar el líquido.
Como medida preventiva, varios centros educativos de la zona, se mantienen cerrados hasta nuevo aviso.
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