Redacción – Daniel Ortega logró, este viernes, controlar todos los poderes del Estado nicaragüense, tras lograr la destitución de todos los diputados de la oposición.

Se entrega así el Poder Legislativo al presidente, Daniel Ortega, ex guerrillero sandinista y Jefe del Estado ininterrumpidamente desde 2007, en su segunda etapa como presidente.

Los 28 diputados opositores nicaragüenses electos en 2011 en las filas del Partido Liberal Independiente (PLI) han sido despojados de su escaño por supuesto desacato al partido bajo cuya bandera fueron electos.

El pasado 8 de junio, la Corte Suprema despojó al presidente del PLI, Eduardo Montealegre la representación legal del partido y ahora el mismo tribunal aprovecha esa circunstancia para resolver que los representantes elegidos bajo esas siglas ya no las representan y deben dejar su acta en la Asamblea Nacional.

“Ortega, mostrando su verdadero rostro de dictador, mandó a destituir a los diputados opositores que no se le doblegaron, ni se vendieron”, escribió en su cuenta de Twitter la disidente sandinista Dora María Téllez.

Aunque los destituidos no han recibido aún la notificación de la decisión, la administración de la Asamblea Legislativa les dijo que ya no recibirían salario ni podían ocupar espacio en el edificio del Congreso, según el diputado Eliseo Núñez, uno de los separados.