San José – El dolor, el sufrimiento, la muerte y la crisis política llenaron a Europa esta semana.
En cuestión de dos días, dos países europeos mantuvieron emergencias activas: Francia por el atentado terrorista en Niza por parte del Estado Islámico y el intento de golpe de estado en Turquía.
En el caso de Niza, el jueves 84 personas murieron luego de que un hombre arrolló a todas las personas con un camión pesado.
El sospechoso fue casi de inmediato abatido por la policía a disparos. Más de 18 personas heridas graves que luchan por su vida en el hospital y mucho dolor en Francia.
Los yihadistas han asumido la autoría del atentado en un comunicado difundido por la agencia AMAQ, próxima a los extremistas islamistas.El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, ha declarado que «parece» que Mohamed Lahouaiej Bouhle, autor del ataque, «se radicalizó muy rápidamente», según han dicho personas «de su entorno».
El siguiente día, el viernes, un intento de golpe de estado en Turquía generó horas de fuerte tensión en ese país, luego de que el ejército bombardeara edificios y tomara el control del edificio gubernamental en Ankara.
Asimismo, el presidente turco, Erdogan, debió trasladarse a otras zonas pues altos jerarcas de gobiernos fueron detenidos.
El gobierno retomó el control en horas de la noche y se contabilizaron 265 personas muertas, así como más de 2800 personas detenidas, entre ellos, militares que comandaron el golpe.
Las heridas están abiertas y su cura no florece, pues recién en noviembre del año anterior un atentado en París dejó decenas de personas muertas en el Teatro Bataclán, mientras el Estado Islámico y la revolución social siguen haciendo de las suyas.