Redacción/Agencias – Venezuela y Colombia iniciaron la reapertura progresiva de su frontera, cerrada por Caracas hace un año, con la habilitación del cruce peatonal en seis puntos, por donde miles de venezolanos pasaron hacia territorio colombiano.

Las autoridades abrieron el acceso en los estados Táchira, Apure, Zulia y Amazonas a las 6:00 de la mañana. Más de 54.000 personas ingresaron a Colombia durante la jornada, de las cuales 81% retornó a su lugar de origen, informaron las autoridades migratorias de Bogotá en un comunicado.

Dado que no se registraron «contratiempos», el gobierno colombiano quedó «satisfecho» con la primera jornada de la reapertura, dijo el vocero de la cancillería Víctor Bautista al final del día.

Las autoridades colombianas diseñaron una «tarjeta migratoria» para regular el paso por la frontera. Es una planilla que recoge los datos de identificación y motivos de viaje de los transeúntes y autoriza el ingreso al área metropolitana de Cúcuta, San Antonio y Ureña. «Es el primer instrumento que existe en este paso de frontera. Las personas que no tengan la tarjeta migratoria están en situación de irregularidad y pueden exponerse a una expulsión o deportación», advirtió Bautista a la cadena VTV.

En medio de la severa escasez de productos básicos que asola a los venezolanos, y que alcanza 80% de los alimentos y las medicinas, muchos cruzaron la frontera hacia Colombia para abastecerse.

«Compramos azúcar, aceite, arroz, lentejas y una medicina», relató un productor agrícola que pasó la frontera y regresó a territorio venezolano en menos de cuatro horas.

Por su parte, Carolina Quintero, una comerciante de 42 años, se disponía a cruzar para comprar garbanzos, producto que ella vende en Venezuela.

«La materia prima se me terminó casualmente hoy. Me sale más costoso comprarlo en Colombia, pero aquí en Venezuela no hay», dijo.

Berenice Sarmiento, trabajadora de una institución pública en el país petrolero, contó que cruzaría hasta Cúcuta para comprar una medicina para su hija, debido a que en Venezuela no la conseguía.

«Mi joven hija decidió formar hogar, tuvo un embarazo normal, fue chequeada en el hospital, pero, como no hay medicinas ni eco, no vieron que él bebe se ahorcó con el cordón umbilical, murió y ahora requieren de una inyección, no hay en Venezuela y solo en Cúcuta puedo comprarla, por eso vengo», expresó Sarmiento, entre lágrimas.

Por su parte, Rosa Sánchez, hija de una paciente con cáncer de mama, reunió durante dos meses dinero para poder comprar un medicamento que necesita su madre.

La mujer aseguró que «en Venezuela no hay medicinas para los pacientes con cáncer, alzheimer, epilepsia, parkinson y otras» enfermedades.

«En el Seguro Social no hay, en el Hospital Central de San Cristóbal, (capital del estado de Táchira), no los tienen y el acelerador lineal para la radioterapia no funciona desde hace un año por un repuesto y el gobernador no lo busca», aseveró.

Del lado colombiano, varios venezolanos dijeron que cruzaron sin llenar la tarjeta migratoria, mientras otros advirtieron que algunos particulares intentaron venderles la planilla, que es entregada gratuitamente por las autoridades.

En medio de la reapertura, el líder opositor venezolano Henrique Capriles criticó en su cuenta de Twitter el bloqueo fronterizo. «De qué sirvió cierre de frontera por Maduro? Nada! Solo hacerle daño a la gente y buscar excusa de su fracaso ¡Va pafuera!», escribió este sábado.

El presidente colombiano Juan Manuel Santos y su homólogo Nicolás Maduro acordaron el jueves habilitar el paso peatonal en la frontera durante 15 horas diarias como parte de una estrategia de apertura gradual de la zona limítrofe, de 2.219 km.

Santos indicó que se trata de una «primera fase de apertura», sin precisar cuándo se restaurará el paso de vehículos, fundamentales para que se normalice la actividad comercial en la frontera.

Maduro ordenó cerrar la frontera el 19 de agosto de 2015 a raíz de un ataque armado contra una patrulla militar venezolana, que dejó tres heridos y que atribuyó a paramilitares colombianos.