Redacción – Este miércoles, el Senado brasileño destituyó a Dilma Rousseff como presidenta de Brasil, luego de enfrentar un largo proceso de juicio político que provocó inestabilidad en el país sudamericano.
Pero, ¿por qué destituyeron a Rousseff? En abril anterior, una comisión especial de la Cámara de Diputados le dio luz verde al proceso de juicio político por considerar que hay indicios de que la presidenta cometió crímenes «de responsabilidad».
Pero la principal acusación que le costó el cargo a Rousseff no es exactamente por el dantesco escándalo de sobornos en Petrobras, que salpica a su gobierno y a la clase política brasileña en general.
Tampoco se basa en los señalamientos de que la campaña de reelección presidencial en 2014 recibió dinero desviado de la petrolera estatal y de grandes obras públicas, como se ha reportado que admitieron exejecutivos de la constructora Andrade Gutierrez ante los fiscales.
La acusación central contra Rousseff en el Congreso es que violó normas fiscales, maquillando el déficit presupuestal.
Ese conflicto generó gran fisura en Brasil, separando a quienes creen que sería justo destituir a la presidenta por algo así de quienes sostienen que sería una injusticia o hasta un golpe de Estado.
Este mismo miércoles, el vicepresidente de Rousseff y su principal enemigo, Michel Temer asumirá oficialmente como nuevo presidente brasileño.