Fotografía: La Prensa, Nicaragua.

Redacción – La tensión aumentó en Nicaragua luego de que Daniel Ortega designara a su esposa, Rosario Murillo, como candidata a vicepresidenta para las elecciones de noviembre y exmilitares critican fuertemente el régimen sandinista.

Henry Ruiz, exmilitar somocista que dirigió Nicaragua en los años 80, calificó a Ortega como «un dictador alienado y enfermo de poder», haciendo alusión también, a la destitución de los 28 diputados de oposición la semana anterior.

“Bailarines, cortesanos y bufones que hacen todo para cumplir sus órdenes”, expresó Ruiz sobre los allegados políticos del presidente del país vecino.

Las elecciones presidenciales en Nicaragua son en noviembre. Tanto el gobierno de Estados Unidos como organizaciones mundiales, piden transparencia en el proceso electoral, pues Ortega sostiene el criterio de no recibir observadores internacionales.

En la acera del frente, Costa Rica espera que la tensión vivida en el país vecino no represente un aumento desmedido en la migración nicaragüense.

Ortega señaló durante la celebración de 37 aniversario del Sandinismo que Nicaragua está listo para iniciar un ‘diálogo’ con nuestro país; sin embargo, el canciller Manuel González manifestó que no ha habido ningún acercamiento con ese país.