Redacción- El sello de la paz en Colombia marca el fin de un ciclo de 18.720 días en donde las amenazas, atentados, persecución y muerte afligieron a los colombianos día tras día.
Tras un acuerdo entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Colombia que empezó a negociarse en La Habana Cuba el 04 de setiembre de 2012, la paz se asoma en esa nación suramericana a la espera del referendo que se llevará a cabo el próximo domingo 02 de octubre.
Un conflicto de 52 años
El conflicto armado entre el gobierno y las FARC inició en el año 1964. En ese año, el grupo militar decidió revelarse contra las autoridades locales tras un bombardeo ordenado por el presidente de Colombia, Guillermo León Valencia contra un campamento en la zona de Marquetalia, donde estaban asentados liberales y comunistas.
A partir de ahí, las FARC comenzaron un conflicto armado con el fin de establecer un estado socialista colombia, aunque posteriormente, en la década de los años 80, la guerrilla se dedicó a temas como la minería ilegal, el secuestro y el narcotráfico.
En esos años, las guerrillas sembraron el terror en Colombia, donde comenzó una salida masiva de ciudadanos tras lo atroz del conflicto, pues se dio el reclutamiento de menores, destrucción de puentes y carreteras por medio de bombas con dinamita, además de destrucción de estaciones de policía y las casas de los civiles que se encuentran cerca.
Según las estimaciones de la Defensoría del Pueblo, el conflicto armado generó la muerte 220.000 personas y una extensa lista de atentados.
Masacres, secuestros y atentados
El conflicto armado en Colombia dejó una serie de atentados que provocaron miles de muertes a los largo de los 52 años de conflicto.
Entre 1994 y 2009, las FARC se adjudicó 12 atentados, donde gran cantidad de personas civiles fallecieron.
Incluso, sobresale el secuestro de la exasperante a la presidencia colombiana, Ingrid Betancourt, quien años después fue liberada junto a otras personas en una operación llevada a cabo por el ejercito colombiano.
- 23 de enero de 1994: Guerrilleros del V frente de las FARC masacran a 33 civiles en La Chinita, Apartado (Antioquia).
- 29 de agosto de 1995: en terrenos de la hacienda Los Kunas (Carepa, Antioquia) son asesinados 18 campesinos por miembros del V frente de las FARC.
- 20 de septiembre de 1995: 25 trabajadores de una plantación bananera son bajados de un bus y fusilados en el sitio denominado Bajo del Oso (Apartado, Antioquia) por miembros de las FARC.
- 14 de febrero de 1996: 11 civiles son asesinados en la finca Osaka por miembros del V Frente de las FARC.
- 5 de mayo de 1996: 16 habitantes de las localidades de Alto de Mulatos y Pueblo Bello son ejecutados por miembros del V Frente de las FARC.
- 1 de noviembre de 1998: toma de la ciudad de Mitú. En el ataque, 30 uniformados murieron, 38 civiles y 100 guerrilleros.
- 28 de diciembre de 1998: el Bloque Noroccidental de las FARC, ataca el campamento madre de Carlos Castaño en la vereda El Diamante de Tierralta (Córdoba). El jefe de las AUC escapa por poco al asalto, pero 15 civiles que habitan el lugar son asesinados brutalmente.
- 22 – 24 de mayo de 2001: Guerrilleros del Bloque José María Cordova de las FARC secuestran y posteriormente asesinan a 33 campesinos.
- 14 de diciembre de 2001: integrantes de los frentes 18 y 58 incursionan en la vereda Las Acacias, en zona rural del municipio de Tarazá y asesinan a 23 campesinos.
- 16 de enero de 2003: guerrilleros del IX frente de las FARC incursionaron en las veredas Dos Quebradas, La Tupiada y Dinamarca de San Carlos y asesinaron a 17 campesinos.
- 16 de junio de 2004: en La Gabarra (norte de Santander), el frente 33 asesina a 34 personas.
- 31 de diciembre de 2004: 17 campesinos acusados de auxiliar a grupos paramilitares son asesinados en la zona de Puerto San Salvador en Tame.
- 4 de febrero de 2009: guerrilleros de la Columna Mariscal Sucre de las FARC, incursionan en el resguardo indígena Tortugaña-Telembí, departamento de Nariño, y asesinan a 13 indígenas Awa.
Aparte de los atentados, las FARC también enfrentan acusaciones por reclutar a miles de menores de edad. En el caso de las niñas, ellas fueron las que llevaron la peor parte porque -como a los varones- eran utilizados como señuelos al frente de los ataques contra el ejercito, pero, además, como esclavas sexuales para los comandantes y parte de las tropas. Si las niñas quedaban embarazadas, estaban obligadas a abortar.