Redacción-Una obra de arte eclesiástico necesitaba una restauración y un canadiense la llevo a cabo pero con el peor resultado.

La escultura de la Virgen María y el Niño Jesús ubicada en la iglesia St. Anne des Pins de Gran Sudbury en Ontario, Canadá fue objeto de una desafortunada restauración que ha producido indignación de los feligreses locales y burla a nivel mundial.

Heather Wise, una artista local, se ofreció para arreglar la estatua cuando se enteró que la cabeza del niño Jesús había sido arrancada

Ella misma ha contado que había aprendido a esculpir en un curso de bellas artes, se ofreció para arreglarlo.

Al párroco de la iglesia, Gérard Lajeunesse, el ofrecimiento le convenía, porque ya había averiguado que encargar una nueva cabeza de mármol idéntica le costaría 11.000 euros, que estaba encantado en poder ahorrarse.

Wise se puso manos a la obra y creó una cabeza del Niño Jesús de arcilla para reemplazar temporalmente a la destruida.

Sin embargo, la nueva cabeza es de otro color, y su forma recuerda más a Maggie Simpson que al niño Jesus.

“Es realmente chocante debido a la gran diferencia en el color”, ha declarado el padre Lajeunesse a la cadena CBC.

“No sólo el color sino también la morfología de la imagen…No estaba preparado para esto en el seminario”, reconoció finalmente el párroco, que también justificó a la artista señalando que “ella lo hizo con toda la bondad de su corazón”.  JMS