Redacción – En febrero del 2011, Marco Ureña preparaba sus maletas para dejar Alajuela y cumplir su sueño de convertirse en legionario, la helada Rusia le esperaba con sus brazos abiertos.

Sus pestañas se quemaron, ya que llegó justo en el invierno en donde las temperaturas bajo cero eran constantes; sin embargo esto no detuvo sus metas personales. uruguayvcostaricagroup2014fifaworldfs-locplbosl

Para llegar a Krasnodar, el delantero tico debía tomar un vuelo que le tomaba una hora y media, el cual no era sencillo, ya que a dicha ciudad no salían vuelos constantemente desde Moscú.

«La verdad que es bastante complicado, máxime porque está un poco lejos de Moscow. Los vuelos internacionales no son muchos los que llegan a esta ciudad», expresó Ureña.

El costarricense era habitual en los llamados a la selección, ya que fue goleador en las eras de La Volpe y de Jorge Luis Pinto, por lo que tenía que estar volando a Costa Rica constantemente.

«Nadie sabe, realmente uno viene detrás de sus sueños. Me tocó en sus oportunidades ir de acá a la selección, en su momento la selección era económica, era más difícil», agregó el oriundo de Acosta.

Pese a no tener regularidad en el equipo, estar durante cuatro años en Rusia le dejó muchas experiencias que el asegura no cambia por nada, una de ellas fue aprender ruso.

«El ruso es bastante complicado, que se preparen los ticos. Es un idioma bastante difícil, son personas complicadas de tratar porque no están acostumbradas al turismo. No sé ni como lo aprendí, pero gracias a Dios lo hice», finalizó Ureña.

El delantero costarricense está de vuelta en Rusia, pero no para participar en la liga de ese país, si no para representar a la Selección Costarricense de Fútbol en la inauguración del nuevo estadio de Krasnodar, construido para el próximo Mundial.