Redacción – La Fiscalía de la Audiencia Nacional de España solicitó la mañana de este miércoles una pena de dos años de prisión para el atacante brasileño del FC Barcelona Neymar por corrupción en los contratos formalizados con la entidad blaugrana para su fichaje.

No obstante, Neymar no es el único al que solicitaron cárcel, ya que el fiscal José Peral solicitó una pena de cinco años para Sandro Rosell, expresidente culé, además el club deberá pagar una multa de 8,4 millones de euros.

La causa deriva de la querella interpuesta por el fondo de inversión DIS en junio de 2015. Esta entidad, que poseía el 40% de los derechos federativos del delantero cuando este jugaba en el Santos de Sao Paulo, denunció haber sufrido un perjuicio económico por el contrato de 40 millones de euros que firmó el Barça con él en 2011 para amarrar su fichaje antes de que pasara a ser agente libre.

En la causa judicial hay dos delitos, el primero de corrupción entre particulares y tiene que ver con el pago en 2011 de los 40 millones que pagó el club para hacerse con los servicios del atacante. El contrato incluía una posible penalizazón de otros 40 millones en caso de que el jugador no fichara por el Barcelona.

Existió un segundo contrato en 2011 por el que el conjunto culé pagaba 10 millones a la sociedad N&N, que la controlan los padres del astro.

La FIFA impide negociar traspasos de jugadores hasta seis meses antes de que termine la ficha que tiene en vigor, y Neymar pertenecía al Santos hasta julio de 2014. En 2013, el Real Madrid ofreció al Santos 36 millones de euros —el doble de lo que pagó el Barça— por fichar al delantero., lo que no pudo prosperar al estar vinculado en secreto.

El segundo delito es de estafa. Los clubes, además del contrato de transmisión de los derechos federativos firmaron otros dos contratos. El primero, por valor de 7,9 millones de euros, corresponde a un supuesto derecho de preferencia del club catalán sobre tres jugadores del Santos: Victor Andrade, Givanildo Pulgas y Gabriel Barbosa.

El segundo contrato, por 4,5 millones, es un acuerdo para disputar un amistoso entre ambos clubes, que nunca se llevó a cabo, así como haber fichado a los tres jugadores.

Jospe Bartomeu, actual presidente del club, fue sacado de la investigación, ya que el fiscal consideró que él desconocía los trámites del fichaje.