Redacción- Jeremy Meeks se volvió famoso cuando la policía de Stockton, California, publicó su foto en la página de Facebook de la institución, al ser detenido por posesión ilegal de armas y asociación con pandillas.

De inmediato, la foto del presidiario con sus ojos azules, sus labios gruesos y su piel apiñonada se hizo viral. Le llovieron propuestas de matrimonio y de noches maritales en la cárcel. Eso ocurrió en 2014.

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Good to be home

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En marzo de 2016, Meeks cumplió su condena y para junio ya tenía empleo en una agencia de modelos. Recientemente, quien fue conocido como “el preso más guapo del mundo”, compartió fotos de su nueva vida… y no le va nada mal.

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God is good

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En su cuenta de Instagram se le puede ver fuera de una mansión y dentro de un auto Maserati de lujo. El propio Meeks escribió: “Dios es bueno”. El ahora modelo sigue casado con su esposa Melissa desde hace 8 años y le gusta compartir tiempo con sus hijos.

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