Redacción – Siguiendo el patrón de comportamiento mundial en el sector de movilidad y transporte, poco a poco el país va señalando un camino en el que la electricidad será la base de la matriz energética que moverá la flota vehicular del país.
Tras el surgimiento de electrolineras y el aumento de la oferta de vehículos eléctricos e híbridos, se percibe una tendencia a afirmar este tipo de transporte en el sector automotriz.
Según datos de la Dirección General de Aduanas, en los últimos cinco años la cantidad importada de este tipo de vehículos ha crecido más de diez veces.
Para Mónica Araya, Directora Ejecutiva de Costa Rica Limpia, nuestro país ofrece condiciones únicas para hacer una transición hacia tecnologías que utilicen energía limpia y esta es una oportunidad para que los costarricenses, mediante una decisión individual, contribuyan con tres objetivos nacionales: lograr ser un país carbono neutral al 2021, mejorar la calidad del aire y reducir la dependencia de hidrocarburos del país.
De acuerdo con el director de Transporte Eléctrico de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), Allan Blanco, en nuestro país ya está en marcha un plan de infraestructura que busca echar a andar automotores eléctricos por Costa Rica.
Por otra parte, las cortas distancias de movilización usual de los conductores costarricenses favorecen las tecnologías eléctricas, pues, en promedio, los vehículos particulares recorren 31 kilómetros diarios en el Gran Área Metropolitana.
Para Juan Ignacio Sansó, Gerente de Producto Hyundai en Grupo Q, la migración de un grupo de la población de una tecnología 100% combustión a una eléctrica o híbrida es cuestión de tiempo. “Creo que de aquí a cinco años el sector automotriz se va a transformar hacia las tecnologías limpias».