Redacción – El presidente Donald J. Trump enfrenta este lunes, su tercer día consecutivo de multitudinarias protestas en Estados Unidos contra el controversial decreto para cerrar las fronteras a los refugiados y ciudadanos de países musulmanes.

La medida recibió críticas de aliados, generó confusión sobre su implementación y enojó a la oposición demócrata, pero también inquietud dentro del Partido Republicano.

Mientras unas 300 personas fueron detenidas o se vieron impedidas de viajar en el mundo, abogados de organizaciones defensoras de los derechos civiles advertían que la batalla legal contra el veto podía llegar a la Suprema Corte de Justicia.

En Reino Unido, un manifiesto reclamando al gobierno que anule la visita de Estado del presidente de Estados Unidos superó este lunes el millón de firmas, pero el Ejecutivo respondió que mantiene la cita.

Cuando una petición supera las 100.000 firmas, los parlamentarios deben considerarla para ser debatida.

Ante las fuertes protestas en varias ciudades estadounidenses, Trump se sacudió. «»No hay nada agradable en buscar terroristas antes de que puedan entrar al país. Esto fue gran parte de mi campaña. ¡Estudien el mundo!», instó el líder republicano ante las múltiples manifestaciones de rechazo.

El mandatario intentó minimizar los hechos al indicar que «sólo 109» personas de entre 325.000 (pasajeros que realizaron su trámite en Migraciones), fueron detenidas e interrogadas.