Redacción- Un juego lleno de polémica se vivió en el estadio Camp Nou, donde el FC Barcelona empató ante el Atlético de Madrid con marcador de 1-1 y se clasificó a la final de la Copa del Rey gracias al marcador global de 3-2.
Los «Colchoneros» arrancaron con todo en busca de remontar el marcador de 2-1 que traían del juego de ida, manejaron los primeros minutos y remataron en varias ocaciones generando peligro en la portería del Barcelona.
Tras unas buenas intervenciones de Jasper Cillissen, que fue la figura del primer tiempo, el Barça, poco a poco fue recuperando terreno y organizando su juego, para los cuarenta minutos ya se mostraban mejor que le «Aleti».
Al minuto 43 cayó la primera anotación de los locales, Luis Suárez puso el 1-o. Leonel Messi realizó una gran jugada individual y sacó un remate que Miguel Ángel Moyá detuvo, con la mala suerte de que el balón quedó para que el uruguayo solamente la empujara al fondo de las redes.
Las malas noticias no terminaban para los rojiblancos, Diego Godín salió del campo lesionado, por lo que Diego Simeone se vio obligado a realizar un cambio. Ingresó Lucas Hernández entre los silvidos del público, ya que días atrás se vio envuelto en la polémica por golpear a su pareja.
Ya en la segunda mitad, y a segundos de salir de cambio, Sergi Roberto salió expulsado tras acumular dos tarjetas amarillas. Luego de la falta del Barcelona, llegó la anotación de los «Indios»; sin embargo, la acción fue invalidada por el juez central, que pitó un fuera de juego inexistente.
En cuanto a jugadores, el juego se igualó a los 68 minutos cuando Yannick Carrasco recibió su segunda tarjeta amarilla y se fue expulsado para los vestidores.
A falta de 10 minutos para el final, el árbitro sancionó un penal, que Kevin Gameiro se encargaría de cobrar y mandarlo por encima de la portería del arquero holandés.
Gameiro tendría la oportunidad de reivindicarse tres minutos más tarde. En «bandeja de plata», Antoine Griezmann le puso un pase al francés, que con tranquilidad anotó el empate a uno.
Otro gol sería anulado por el central del juego, solo que esta vez lo hizo correctamente. Luis Suárez se encontraba en clara posición adelantada.
El uruguayo pasó de héroe a villano, en solo tres minutos recibió dos tarjetas amarillas y fue expulsado, el delantero se pierde la final de copa.
El rival que enfrentará el Barcelona en la final de esta Copa del Rey saldrá mañana del juego entre el Celta de Vigo y el Deportivo Alavés, la serie se encuentra a favor del Celta por marcador de 2-1, de mantenerse el juego así los azulgranas ya tendrían a su rival para el último juego de copa.