Redacción- La natación es un deporte es que es tanto para las personas que sufren sobrepeso como para aquellos que odian realizar deportes como atletismo o ir al gimnasio.
El cuerpo se ejercita mucho más cuando se esta en la pileta haciendo natación que en tierra firme. El agua es más densa que el aire, por lo que moverse en el agua pone más presión sobre los tobillos que cualquier entrenamiento fuera de ella.
Estudios demostraron que la presión es distribuida de manera uniforme. No se almacena en los tobillos, ni en caderas o en otros lugares como se cree.
«Cómo respiramos cuando realizamos natación es otro gran diferenciador», afirmó David Tanner Investigador en la Universidad de Indiana y coeditor del libro educacional de la ciencia de la natación.
Cuando se realiza atletismo o cuando se anda en bicicleta, la respiración tiende a ser forzada. «Es inverso a lo que sucede con la natación», indicó Tanner. «Respiramos rápido, profundo y luego exhalamos», señaló. Debido a que la cabeza se encuentra debajo del agua, estos ajustes de la forma en la que se respira son vitales. «Este tipo de respiración sigue con los alveolos pulmonares», dijo Tanner.
Por otro lado, nadar quema más calorías que otros cardio-ejercicios. No sólo ejercita las piernas sino también la parte superior del cuerpo, sobre todo los músculos de la espalda, tríceps y brazos.
Ejercitarse en una posición horizontal es ideal para el cuerpo, por lo que beneficia enormemente a la espalda. «Tampoco hay un fuerte impacto como lo hay con el atletismo», afirmó Tanner. Eso puede ayudar a mejorar la postura y prevenir las lesiones en la espalda debido al tiempo que transcurrió sin realizar ejercicios.
Se recomienda empezar con clases de 30 minutos tres veces por semana , y no olvidarse de tomar recreos.