Redacción – El sistema óseo, compuesto por los huesos, es el soporte de todo el cuerpo, por lo que es muy importante mantenerlo sano y fuerte.
Hasta los 30 años, los huesos se regeneran rápidamente, sin embargo, pasada esa edad, se pierde más hueso del que se regenera. Por lo tanto, es muy importante nutrir nuestros huesos con alimentos frescos y nutritivos además de seguir un estilo de vida saludable.
Por otro lado, en contra de lo que muchas personas creen, se puede obtener todo el calcio y nutrientes necesarios para enriquecer los huesos sin tomar una gota de leche de vaca.
De hecho, los países que más consumen productos lácteos tienen el índice más alto de osteoporosis. Con lo cual, no consumir leche animal no interfiere con la salud ósea.
Las dietas ácidas son uno de los problemas más importantes cuando se trata de la osteoporosis.
Una dieta vegetariana es una manera fácil de ingerir una gran variedad de alimentos alcalinos ricos en vitaminas y minerales esenciales para unos huesos sanos.
Los granos integrales, las legumbres, las frutas frescas, los frutos secos, las semillas y las verduras también contienen calcio, zinc, manganeso, magnesio y omega-3, una gran variedad de nutrientes para los huesos.
Es importante reducir al mínimo los alimentos ácidos tales como los alimentos procesados, los carbohidratos refinados, los alimentos de origen animal, los productos lácteos, el alcohol, la sal de mesa, y el azúcar, ya que todos estos extraen los minerales de los huesos.
Además, es importante no dejar de lado el ejercicio físico, a cualquier edad, para la prevención de la osteoporosis. El mejor ejercicio es el de trabajo con peso, ya que estimula la regeneración de los huesos. Esto incluye el trabajo con pesas, senderismo, correr, bailar, subir escaleras, el tenis y saltar.
El ejercicio diario mejora la salud ósea y también incrementa la fuerza de los músculos, la coordinación y el equilibrio, que son importantes para la salud en general.
La vitamina D también juega un papel fundamental en la salud de los huesos ayudando al cuerpo a absorber el calcio y el fósforo de los alimentos que ingerimos. La combinación de la vitamina D y el calcio, ayuda a incrementar la densidad ósea.
Como podemos ver, cuidar de nuestros huesos no sólo es muy importante, sino que también es muy fácil hacerlo. Con una alimentación saludable, ejercicio y contacto con el sol (con moderación y protección), podemos asegurarnos de que nuestros huesos se mantengan saludables.