Tras reunirse con el primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente israelí, Reuven Rivlin, el mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump, visitó el lunes algunos de los sitios más sagrados de Jerusalén.
Junto a su esposa Melania recorrió la Iglesia del Santo Sepulcro, para luego dirigirse al Muro de los Lamentos.
Trump, el primer presidente de los Estados Unidos en funciones en visitar el sitio, rezó en silencio y se reunió con el rabino Shmuel Rabinowitz, encargado de los sitios sagrados en Jerusalén.
Al finalizar estas visitas el republicano se retirará a su habitación en el hotel Rey David, donde descansará antes de cenar esta noche con Netanyahu.