Redacción- Varias figuras del gobierno de Donald Trump reconocieron que la adicción de muchos estadounidenses es quizá el mayor problema del narcotráfico y esto arrastra a sitios como Colombia, México y Centroamérica.
Uno de ellos fue el Secretario de Estado, Rex Tillerson en un foro reciente con autoridades de seguridad mexicana.
El jefe de la diplomacia norteamericana aseguró que el mercado del narco son ellos y por ende, deben tomar cartas en el asunto.
«Como estadounidenses, debemos asumir este problema, es nuestro (…). Como estadounidenses, necesitamos aceptar que nosotros somos el mercado», dijo Tillerson.
El secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, coincidió en que Estados Unidos es «un imán» para las drogas.
Kelly fundamentó sus comentarios debido a la demanda de muchos adictos, y admitió que «lo primero que tenemos que hacer, porque es la fuente de todos los problemas, es hacer frente a la demanda en EE.UU.».
«Si los estadounidenses entendieran que pasárselo bien el fin de semana con unas drogas resulta en muertes en México, o en Colombia; si entendieran que eso provoca la muerte de periodistas y gente en toda la región, pero particularmente en México, eso reduciría significativamente la cantidad de drogas» consumidas, avanzó el jefe de seguridad.
Además, el responsable de Seguridad Nacional afirmó que es necesario «un programa integral de reducción de la demanda de drogas en Estados Unidos», que implique a alcaldes, gobernadores y figuras públicas.