San José – El nuevo presidente del Congreso, Gonzalo Ramírez, señaló que sus valores cristianos no afectarán el funcionamiento de su cargo, ante los cuestionamientos sobre si pasarán proyectos de derechos humanos.
Sectores sociales temen que con un diputado conservador no avancen proyectos relacionados con derechos humanos, como lo es sociedades de convivencia y uniones entre personas del mismo sexo.
Ramírez comentó que el cargo que ocupará a partir de hoy es de estrechar puentes, por lo que sus creencias no se interpondrán.
«Nosotros tenemos nuestros principios y valores, ellos no van a cambiar, pero estoy en un cargo donde hay que estrechar puentes, construir con los costarricenses y los diputados. En este cargo vamos a facilitar que los proyectos se discutan y lleguen hasta donde tengan que llegar. Mi función personal como diputado no tiene que ver con el cargo de presidente del Congreso», señaló Ramírez en sus primeras declaraciones.
El triunfo de Ramírez constituye el cumplimiento del compromiso que el PLN tuvo con el PUSC desde el 2015, cuando Rafael Ortiz fue presidente del Congreso y posteriormente, Antonio Álvarez Desanti.
El acuerdo hecho por la alianza opositora es que en el último año de gobierno, la presidencia de la Asamblea sería tomada por un partido minoritario; sin embargo, el PUSC rompió con la alianza desde el año anterior cuando el PLN dio el sí a los impuestos.
Ramírez fue electo con 33 votos. Originalmente obtuvo 26, pero los votos nulos y en blanco fueron remitidos al ganador, como lo dicta el reglamento legislativo.