Redacción/Agencias – Las partículas fueron observadas por primera vez gracias al más potente de los microscopios, el de luz de sincrotrón, y sus posibles implicancias para la salud hasta el momento no son claras.
Publicado en la revista Scientific Reports, el descubrimiento se debe al grupo coordinado por Ines Schreiver del Instituto Federal Alemán para la evaluación de riesgos.
Hasta el momento las únicas consecuencias observadas son una inflamación crónica de los ganglios linfáticos.
«Cuando alguien quiera hacerse un tatuaje debe estar muy atento a concurrir a lugares que empleen agujas estériles. Todavía nadie controla la composición química de los colores, haría falta hacerlo y ahora demostramos el motivo», dijo Hiram Castillo, del Centro europeo para la Luz de Sincrotrón (European Synchrotron Radiation Facility) de Grenoble, sureste de Francia.
La mayor parte de las tintas utilizadas en tatuajes contiene pigmentos orgánicos, pero también sustancias químicas como níquel, cromo, manganeso, cobalto y bióxido de titanio usado para el blanco.
Las imágenes de muestras de piel y ganglios linfáticos de personas tatuadas, observadas gracias a la luz de sincrotrón, permitieron ver en los tejidos a las minúsculas partículas liberadas por los colores.