Redacción- El paso de la tormenta tropical Nate por Costa Rica, que ha dejado nueve muertos, ha sido devastador, cientos de familias costarricenses perdieron su hogar y sus pertenencias a causa de este fenómeno, un ejemplo de ello es Jairo Picado, jugador del Sporting San José, de la Segunda División.
El jugador publicó en su perfil de Facebook la dura situación que vive. Perdió su casa, donde fue criado, donde vivían sus padres y conoció la humildad.
«La verdad duele ver esto… ¿Qué todo se perdió? Pero aquí sigo de pie. Mi hogar, donde con mucho orgullo mis padres me criaron, donde viví toda mi niñez, mi infancia y mi juventud. Donde conocí la humildad, donde me levantaba cada mañana para darle gracias a mi Dios por la bendición que me dio de vivir aquí», escribió el futbolista.
La vivienda de Picado, que se destrozó por completo por la fuerza de la tormenta tropical, se ubicaba en en Ciudad Cortés, en la zona sur del país.
Pese a la adversidad, Picado confía en Dios y le agradece por mantener con vida a sus padres. Además, reconoce que de todo lo que pasa se aprende algo y en este caso la enseñanza fue que no se necesita una mansión para ser feliz.
«Aprendí que no necesito una mansión para ser feliz… No me voy a quejar ni a renegar porque Dios ha sido muy bueno conmigo con solo el hecho de darle vida a mi madre y a mi padre», reconoció Picado.
Ahora, el futbolista toma este caso como un reto que lo hará seguir luchando para darle todo lo mejor a sus padres, aunque deba empezar de cero.
«Empiezo de cero y esto es una motivación más para darle lo mejor a ellos (sus padres), lucharé, no me importa contra lo que sea. Soy un guerrero de Dios, un hijo de Dios», finalizó el futbolista.