Redacción – Santa Claus está por llegar… O al menos así lo creen el 85% de los niños estadounidenses.
Durante varias entrevistas, el 85% de los niños de 4 años aseguró que creía en Papá Noel, una cifra que disminuye conforme van creciendo. El 65% de los pequeños de 6 años y el 25% de los de 8 años señalaron que creían en esta figura navideña. Los hallazgos fueron revelados en un pequeños estudio publicado por la revista American Journal of Orthopsychiatry en 1978.
Una investigación de 2011, incluida en el Journal of Cognition and Development, señaló que el 83% de los chicos de 5 años creen que Papá Noel es real, como escribió el año pasado la autora líder del estudio, Jacqueline Woolley, en The Conversation.
“En estudios más recientes hemos encontrado que ese número del 85% suena correcto”, señaló Thalia Goldstein, profesora asistente de psicología del desarrollo aplicada en la Universidad George Mason de Fairfax, Virginia.
“La creencia de los niños en Santa comienza cuando tienen entre 3 y 4 años. Es muy fuerte cuando tienen entre 4 y 8”, indicó. “Entonces, a los 8 años es cuando comenzamos a ver que su creencia disminuye, es cuando los niños comienzan a comprender la realidad de Papá Noel”, explicó.
Casi tres cuartas partes de los estadounidenses señalaron que normalmente recibieron visitas de Santa Claus cuando eran niños y uno de cada cinco adultos afirmó ser el padre o tutor de un chico que cree en el mítico papá de la Navidad, según lo registró un estudio del Centro de Investigaciones Pew, publicado en 2013.
¿Cuánto creen en otros países?
Pero, ¿cuántos niños por fuera de Estados Unidos creen en Papá Noel? El porcentaje parece ser similar en algunos países europeos.
De 161 padres en Gran Bretaña, el 92,5% creyó durante su infancia y hasta los 8 años que Santa era real, de acuerdo a una investigación presentada en la reunión anual de la European Early Childhood Education Research Association, realizada en Finlandia durante 1999.
Resulta que entre más expuestos estén los niños a la figuras humanas de Papá Noel, es mayor la probabilidad de que crean que esa persona es el Santa “real”, encontró un estudio publicado el año pasado en la revista Cognitive Development.
Goldstein fue coautora de una pequeña investigación, junto a Wolley, profesora en la Universidad de Texas. El estudio involucró a 77 niños entre 2 y 10 años, quienes fueron entrevistados después de visitar a un hombre vestido como Papá Noel en el museo de ciencia de Norwalk, Connecticut. Los cuestionarios fueron realizados durante una semana, antes de Navidad.
Los resultados revelaron que el 39,2% de los niños creyeron que el hombre al que visitaron era el mismo Santa que baja por sus chimeneas. El 38,8% no creyó que fuera la misma persona, pero sí que también vivía en el Polo Norte y podía comunicarse con el Papá Noel verdadero, indicó Goldstein.
El 13,8% de los niños dijo que el hombre no era Santa, pero que compartía algunos rasgos con el real, mientras que el 1,3% mostró una especie de “creencia adulta” y afirmó que esa persona no era Papá Noel, no vivía en el Polo Norte, pero que sí se podía comunicar con el verdadero padre de la Navidad, según dijo Goldstein.
Una limitación de este estudio es que niños más grandes que no creían en Santa fueron excluidos de la muestra de participantes, debido a que “podrían haber sido reacios a acompañar a sus padres a este evento”, escribieron los investigadores.
“La edad no pronosticó si creyeron o no que el Santa al que vieron era el real. También encontramos que lo que los padres les decían a los niños –la cantidad de actividades de Papá Noel o la promoción que hacían de esta figura– no afectó si los pequeños pensaron o no que ese era el Santa de la vida real”, explicó Goldstein.
“Lo único que afectó su creencia fue con cuántos otras figuras humanas de Papá Noel interactuaron ese año”, completó.
¿Afecta la edad?
Por otro lado, la edad y el desarrollo cognitivo sí parece predecir el momento en el que los niños empiezan a perder su creencia en Santa, sostuvo Andrew Shtulman, psicólogo de desarrollo cognitivo y profesor asociado en el Occidental College de Los Ángeles.
“No es una coincidencia que los niños dejen de creer en Santa durante los primeros años de la escuela primaria, porque es un momento en el que empiezan a desarrollar nociones más sofisticadas de lo que es posible y de lo que no”, explicó Shtulman, quien ha dirigido investigaciones separadas sobre la creencia de los niños en Santa Claus.
“En uno de nuestros estudios, les pedimos a los niños que hicieran una lluvia de ideas sobre posibles preguntas para Papá Noel. Después comparamos los tipos de preguntas que plantearon con su capacidad para distinguir los eventos posibles de los imposibles”, indicó Shtulman.
“Encontramos que los niños que mejor lo hicieron en nuestra prueba de juicio de posibilidad, expresaron más escepticismo en sus preguntas”, comentó. Por ejemplo, dijo Shtulman, los chicos pasarían de hacer preguntas objetivas como «¿qué tan alto es el Polo Norte?» o “¿cuáles son los nombres de tus elfos?” a unas más iinquietantes como “¿cómo puedes pasar por dentro de las chimeneas?” y “¿cómo sabes si he sido malo o bueno?”.
A medida que los niños pasan de creer ciegamente en Papá Noel a dudar sobre su existencia, tienden a sentirse muy orgullosos de haber resuelto una especie de acertijo Navideño, aseguró Goldstein. “Ahora pueden ser parte de este tipo de grupo de personas más grandes que no necesariamente creen en Santa Claus”, insistió.
“Si un padre descubre que su hijo dejó de creer en Papá Noel y está realmente molesto por eso, hay otras opciones”, añadió la experta. “Siempre se puede hablar de Papá Noel como un espíritu de dar, o como una forma de ayudar a los demás, o una manera de pensar sobre personas que tal vez no son tan afortunadas como tú”, concluyó.
Con información de CNN.