Redacción- Un joven que viajaba en motocicleta cuya acompañante iba sin casco, fue intervenido por la Policía Municipal de Escazú, cuando le realizaron la boleta o multa de tránsito por un monto de 103 mil colones y acorde a la ley, los oficiales le perciben un fuerte olor a licor por lo que le realizaron dos pruebas de alcohol en aliento.

Dado que el resultado de las pruebas fue positivo, el conductor ebrio fue presentado a los Tribunales de Justicia y por no contar con antecedentes penales fue liberado por las Autoridades Judiciales tiempo después de su llegada a los estrados.

Su acompañante, una mujer de apellidos Vargas fue procesada por la Policía Municipal ante la Fiscalía de Flagrancias por un delito mucho más riguroso que el que enfrenta ahora el conductor, la mujer fue acusada del delito de “RESISTENCIA A LA AUTORIDAD” al haber arremetido contra los implementos policiales, al haberse resistido al arresto.

La resistencia se encuentra tipificada en el código penal en su artículo 312 y establece un pena de un mes a tres años de cárcel para el condenado.

Según trascendió, los municipales dejaron en claro ante el juez que no deseaban conciliar en el caso de la femenina, en el caso del masculino vieron con buenos ojos que se sometiera a un proceso de rehabilitación.

El juicio contra la mujer se realizará en los próximos días en el cual se espera la aplicación de una pena de cárcel acorde al código penal.