Redacción- Cuando recién comenzaba septiembre, el futbolista inglés Wayne Rooney volvió a irrumpir en las noticias por sus problemas fuera de los campos de juego. Tras salir a un bar con un amigo, fue detenido por la Policía en un control ocasional vehicular manejando en estado de ebriedad. Los límites de alcoholemia excedían lo permitido y quedó detenido.
El tormentoso pasado del ídolo del Manchester United y su relación con el alcohol volvió a ocupar horas de tratamiento en los diferentes medios. Luego de un extenso silencio, decidió hablar sobre lo ocurrido aquella noche en el condado inglés de Cheshire.
«Algunas veces cometí errores. Levanté mi mano y reconocí que cometí el error», señaló el deportista de 32 años en una entrevista radial exclusiva con talkSPORT que será transmitida completa mañana.
El inglés está esperando el cuarto hijo con su esposa, Coleen. Este suceso generó un conflicto profundo en su matrimonio. «No es agradable. Tengo niños y no es bueno para ellos ver eso. Trato de seguir adelante y aprender de eso. Eso lo que estoy haciendo», reconoció en un extracto de la nota que replicó el medio británico The Mirror.
Rooney se declaró culpable de conducir ebrio y afronta actualmente una condena de 100 horas de trabajo comunitario para reparar su error, además de tener prohibido manejar por dos años.
El futbolista aseguró estar «disfrutando» sus tareas en el centro comunitario de jardinería donde realiza actividades junto con adultos que tienen dificultades de aprendizaje.
El caótico momento está quedando en el pasado y el deportista afirmó estar «relajado» en la actualidad. Al mismo tiempo, reconoció que piensa seguir colaborando en el sitio una vez que finalice su condena.
Este último escándalo se conoció el 1 de septiembre pasado, luego de que la Policía lo detenga manejando un VW Beetle negro en estado de ebriedad pasadas las 2 de la mañana.
El vehículo pertenecía a Laura Simpson, una mujer que conoció aquella noche en el bar de cócteles llamado Bubble Room, ubicado en Alderly Edge de Cheshire. Ella confesó que el actual atacante del Everton inglés le preguntaba por el tamaño de su escote.
En el 2016, Rooney había protagonizado otro suceso conflictivo por exceso de alcoholcuando irrumpió en una boda que se celebraba en el hotel donde concentraba la selección de Inglaterra. Meses más tarde, fue noticia por haber gastado más de 600 mil euros en un casino en menos de dos horas.