Redacción- Personas con lesiones de médula pueden manejar su silla de ruedas con solo enviar una orden de voz a un sistema de control.

Costa Rica tiene una población de 140.380 personas con una discapacidad para caminar o subir gradas. Mientras otros 48.859 no pueden mover sus brazos o manos.

Este novedoso proyecto ganó el tercer lugar en el Concurso Nacional de Electrónica del 2017.

Una caída de un caballo o un accidente de tránsito pueden causar una importante lesión de la médula, la cual puede manifestarse como una parálisis parcial de tórax, brazos o piernas hasta ser completa desde el cuello hasta los pies, obligando al paciente a depender de otras personas para realizar sus tareas diarias.

Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Inec) existen en promedio 140.380 personas con algún grado de discapacidad que le impiden mover sus piernas para caminar o subir gradas.

En un segundo grupo, 48.859 costarricenses no pueden utilizar sus brazos o manos. Los individuos con 50 años y más tienen una mayor incidencia a sufrir esta discapacidad. La provincia de San José tiene el mayor número de casos en ambos sexos.

Esta situación motivó a Moisés Josué Torres Aguilar a diseñar la “SillaTronix” que consiste en acondicionar una silla de ruedas para que el usuario dicte una orden desde su teléfono móvil, el cual por medio de la tecnología Bluetooth permite la transmisión de los datos  hasta un sistema de control para que se movilice de un lugar a otro sin necesidad de ayuda.

Gracias a esta importante iniciativa única en el país, Torres Aguilar busca obtener el grado bachillerato en Ingeniería Electrónica de la Universidad Hispanoamericana y recién obtuvo el tercer lugar en el Concurso Nacional de Electrónica del 2017. El proyecto cuenta con el apoyo financiero de la empresa Chupis Ortopédica ubicada en la Uruca.

Aunque en el mercado existen sillas de ruedas con motor que funcionan con un sistema de control ubicado en el descansa brazos, para que la persona con cierto tipo discapacidad pueda tener acceso a su silla de ruedas motorizada, necesita la ayuda de una tercera persona.

“Si el paciente no se encuentra continuo a la silla de ruedas y necesita desplazarse, este necesitará la ayuda de otra persona la cual le proporcione la silla de ruedas para poder acceder a la misma. Entonces, el objetivo de este proyecto se cumplió al diseñar e instalar un control para una silla de ruedas mediante el uso de Arduino, Bluetooth y una aplicación móvil, para que pueda ser utilizada por medio de comandos de voz” indicó Moisés Torres Aguilar.

De esta forma, la “SillaTronix” le proporciona al paciente la independencia necesaria para movilizarse por la simplicidad en su diseño, una solución que hasta el momento no existe en el mercado costarricense.

¿CÓMO FUNCIONA?

El usuario empleará su teléfono móvil para dar una orden que es un comando de voz, el cual por medio del dispositivo de Bluetooth enviará los datos hasta una tarjeta electrónica digital.

Cabe señalar, que la señal que emite el sistema Bluetooth puede llegar a una distancia hasta de 15 metros, por lo que el microcontrolador puede procesarla con facilidad para que el usuario pueda desplazarse a diferentes velocidades.

En el caso del celular para que pueda recibir y enviar los comandos de voz (las órdenes) Torres recurrió a la programación con la aplicación de Android “App Inventor 2”. Dicho software es propiedad Google que autoriza su uso a nivel educativo como comercial.

¿Qué sucede en caso de encontrarse un objeto en el camino? Según Moisés Torres el mando de control cuenta “con un sensor que si se detecta un obstáculo que este muy cerca la silla se detendrá de manera automática” para no poder en riesgo la integridad de la persona.

Otra de las ventajas es que por el tipo de tecnología que se utilizó, abre las posibilidades de realizarle mejoras tecnológicas.

En relación con un peso no supera los 250 gramos permitiendo a la silla desplazarse con facilidad a cualquier velocidad programada.

El costo de este dispositivo ronda los 130.000 colones más instalación y ésta dependerá de la silla de ruedas a la cual se le realice. A criterio de Moisés Torres el valor es accesible por emplear pocos dispositivos y un lenguaje de programación de licencia libre para el diseño y montaje de la caja de control que puede realizarse en menos de una semana.