Redacción- La afición del Deportivo Saprissa no está contenta con algunos de los jugadores del primer equipo y ayer en el duelo ante Grecia los silbidos no pararon durante todo el compromiso.
Los más criticados del conjunto morado fueron Johan Venegas, David Ramírez y Heiner Mora, que no fueron perdonados por sus acciones.
El primero en ser silbado fue Johan Venegas, que desde el primer minuto los insultos y gritos de la gradería se hicieron presentes, exigiéndole un mejor rendimiento ya que en lo que va del torneo, el atacante no había mostrado su mejor cara.
Venegas anotó el 1-1 del compromiso, dandole el empate a los locales pero con un gesto se volvió a ensanchar con los fanáticos que se lo devolvieron con insultos, gritos y por supuesto cada vez que volvió a tocar la pelota los silbidos no se hicieron de esperar.
El caso de Ramírez ya es de temporadas atrás, apesar de que el último certamen tuvo buenas participaciones y una buena cuota goleadora, falló un par de oportunidades claras y otra vez los presentes en el Estadio Nacional lo abuchearon pidiendo que el entrenador Vladimir Quesada lo sacará de cambio.
Faltando poco minutos de juego Ramírez sacó un potente remate con pierna izquierda y empató el compromiso pero esto no endulzó a la gradería.
Heiner Mora nunca había experimentado este tipo de trato por parte de la grada, ya que es uno de los más queridos por los saprissistas, pero este partido fue una pesadilla para el defensor.
«Titi» perdió una pelota en salida y cometió una falta de penal que le costó el 1-2 a favor de Grecia y la paciencia de los presentes no era mucha y de igual forma que a Ramírez y a Venegas lo chiflaron e insultaron por su acciones dentro del terreno de juego.
Algo que impresionó a muchos de los presentes fue que inclusive cuando Saprissa anotaba los silbidos nunca cesaron.
Es importante recordar hace menos de un año que el idolo de la afición morada regresó a Tibás como refuerzo pero los insultos, silbidos y mal trato de los fanáticos lo inclinaron a dejar Saprissa y el fútbol por varios meses.
Luego de este episodio, Saborío confesó que en Saprissa perdió las ganas de jugar a fútbol por el maltrato que le dio los que se llaman seguidores del equipo más ganador de Costa Rica.