Redacción- El estudio se realizó en mayo del 2017, en un colegio profesional técnico ubicado en San José, el cual posee una población de 353 estudiantes que residen en varios puntos de la capital La muestra fue de 100 jóvenes de 18 años escogidos en forma aleatoria, el 70% mujeres y el 30% varones.
Se les consultó a los estudiantes ¿a qué hora se acuesta? Un 35.3 % señaló que lo hace a las 12 m.n., el 33.3% desde las 12 m.n. y el 27.5% a las 11.00 p.m. Mientras que apenas 3.9 % prefiere a las 10:00 p.m.
Una vez acostados, ¿cuánto tiempo tardan en dormir? El 42% indicó que les toma apenas 15 minutos, el 37% de 16 hasta 30 minutos y apenas un 12 % necesita más de una hora.
En relación con la hora elegida para levantarse en relación al lugar de residencia, la investigadora encontró que el 50% de los jóvenes refieren las 5 a.m. y un 30% lo hacen a las 4:30 a.m.
Entonces ¿cuántas horas duermen estos jóvenes, si la mayoría prefiere hacerlo después de las 11 de la noche? El 87% de los encuestados no cumplen las 8 horas de sueño.
La calidad del sueño
Aunque existe la creencia popular que los jóvenes duermen más. La realidad es muy distinta y la información sobre el tema es escasa en el país.
Por este motivo, Carolina Ramírez Jiménez desarrolló un estudio el cual le permitió obtener el grado de licenciatura en Enfermería de la Universidad Hispanoamericana en octubre del 2017.
Según los científicos el ciclo del sueño tiene 5 fases. La última se llama REM, la cual aparece 90 minutos después de acostarse provocando una mayor actividad cerebral para evitar que algunas partes del cuerpo entren en acción. Aunque se presenta un movimiento rápido de los ojos y un aumento del ritmo sanguíneo.
Según Carolina Ramírez Jiménez “la importancia de este sueño radica en que durante esta etapa se almacenan y estabilizan los recuerdos, además, mejoran la memoria, ya que los recuerdos parten de los conocimientos generales, esto porque durante las horas nocturnas el cerebro crea un repaso de la información para ser utilizado en el futuro. Esta etapa es primordial para desarrollar la memoria y el aprendizaje”. Por razón, es clave tener una buena higiene del sueño en cualquier etapa de la vida.
Ante este problema, la higiene del sueño desempeña un papel fundamental al brindar una serie de buenos hábitos que deben aplicarse desde la niñez hasta la vejez. Un 75% de las personas duermen de 7 a 8 horas y un 15% dedica 9 horas.
Dicha calidad del sueño depende de varios factores como los biofísicos relacionados con la edad, condiciones de funcionamiento del cuerpo, ejercicio antes de dormir, etc. También están los psicológicos (sentimientos, ansiedad y depresión) y socioculturales (entorno, estilo de vida).
Los siguientes son algunos de los hábitos que una persona debe seguir:
- Mantener el mismo horario para irse a la cama hasta los fines de semana.
- Reducir el número de siestas durante el día.
- Evitar el consumo de cafeína y bebidas energizantes antes de dormir.
- Tener un dormitorio confortable
- Al menos 2 horas antes de dormir no consumir alimentos pesados o grasosos.
- No ver televisión o escuchar música en la cama.
- Reducir la cantidad de líquidos antes de dormir para no fraccionar el sueño.
- Por último, cuidar la respiración cuando se encuentra acostado.