Redacción- En el mundo mueren 7.000 recién nacidos todos los días por razones que se pueden evitar, sobre todo en los países más pobres del mundo, indica el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en un nuevo informe sobre la mortalidad neonatal.
Los bebés nacidos en Japón, Islandia y Singapur tienen las mejores posibilidades de sobrevivir después del parto, mientras para los recién nacidos en Pakistán, la República Centroafricana y Afganistán las posibilidades son las peores.
Costa Rica se sitúa como el país con las tasas más bajas de mortalidad neonatal, es decir las ocurridas en los primeros 28 días de vida, en la región centroamericana, ubicándose en el puesto 60 del mundo de los 184 países a los que UNICEF tuvo acceso a datos.
“UNICEF felicita a Costa Rica por su exitosa labor para prevenir la mortalidad neonatal, cuyas cifras han venido a la baja desde el año 1970 debido a la inversión pública dirigida reducir la mortalidad infantil mediante la extensión de la atención médica, en particular, de la Atención Primaria de Salud. En este sentido, instamos a las instituciones rectoras del sector salud continuar su excelente trabajo”, señala Gordon Jonathan Lewis, Representante de UNICEF en el país.
Hasta el quinquenio 1965-69, la mortalidad infantil, que corresponde a la muerte de menores antes de cumplir el primer año de vida, siempre representó más del 30% del total de nacimientos. Esta cifra cambió a partir del año 1970 cuando se inicia el descenso porcentual hasta llegar a ser apenas el 0,8%, es decir: 8 defunciones por cada 1.000 nacimientos registrados, según el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Además de las acciones que implementó el país en salud, el mejoramiento de las condiciones socioeconómicas desde el año 1970 fue otro de los factores claves para la disminución la tasa de mortalidad infantil y, por consiguiente, de la mortalidad neonatal.
“Cuando se trata de la tasa de mortalidad neonatal, Costa Rica se pone una medalla en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, específicamente el número 3 que busca garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”, indica Lewis.
Las defunciones neonatales en el país constituyeron el 76,5% del total de defunciones de menores de un año en 2017, lo cual significó una leve disminución de la tasa de defunción neonatal, que pasó de 6,27 por mil, en el primer semestre de 2016, a 6,23 por mil nacimientos, en el primer semestre de 2017, es decir, una disminución de 0,6%.
Cifras mundiales.
A nivel mundial, en los países de bajos ingresos, la tasa media de mortalidad neonatal es de 27 muertes por cada 1.000 nacimientos, según el informe de UNICEF.
En los países de altos ingresos, esa tasa es de 3 muertes por cada 1.000. Los recién nacidos de los lugares más peligrosos para dar a luz tienen hasta 50 veces más probabilidades de morir que aquellos que nacen en los lugares más seguros.
Según el informe, más del 80% de las muertes de recién nacidos se deben a nacimientos prematuros, complicaciones durante el nacimiento o infecciones como la neumonía y la sepsis.
El informe también señala que 8 de los 10 lugares más peligrosos para nacer se encuentran en África subsahariana, donde es mucho menos probable que las mujeres embarazadas reciban asistencia durante el parto debido a la pobreza, el conflicto y la fragilidad de las instituciones.
Si para el año 2030 se alcanzara en cada país una tasa de mortalidad neonatal similar al promedio que se registra en los países de altos ingresos, se podrían salvar 16 millones de vidas.
Estas muertes se pueden prevenir con el acceso a parteras bien capacitadas y con soluciones de eficacia demostrada como el agua limpia, los desinfectantes, el amamantamiento en la primera hora después de nacer, el contacto piel con piel y una buena nutrición.