Redacción – «Estamos ahí por una razón. Estamos ahí para acabar con el Estado Islámico y volver a casa», declaró este viernes Donald Trump en referencia a la presencia militar estadounidense en Siria, durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, en la Casa Blanca.
«No estamos ahí por ningún otro motivo y casi hemos conseguido nuestro objetivo», aseguró el presidente de Estados Unidos, quien no se demoró en calificar de una «desgracia humanitaria» las acciones del Gobierno sirio y también de Rusia e Irán por apoyarlo.
La idea de aniquilar a los terroristas del Estado Islámico no es la única meta anunciada por el Gobierno de Trump. Además de eso, el secretario de Estado Rex Tillerson mencionó en enero otros objetivos que EE.UU. persigue en Siria, como contener la influencia de Irán, eliminar las armas de destrucción masiva, resolver el conflicto entre el régimen sirio y la población que se manifiesta en su contra, así como crear las condiciones para que los refugiados puedan volver de manera segura.
El año pasado se dio a conocer que el contingente militar estadounidense en Siria constituye 1.720 personas. A principios de diciembre, el portavoz del Pentágono, Eric Pahon, aseguró que los militares de EE.UU. iban a permanecer en Sira «tanto tiempo como consideremos necesario para apoyar a nuestros aliados y prevenir la vuelta de los grupos terroristas».
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ya expresó los temores acerca de la política de Washington en Siria y estimó como «probable» que la estrategia de EE.UU. consista en «instalarse en Siria con sus Fuerzas Armadas para siempre»: «Lo mismo quieren hacer ahora en Irak y Afganistán, en contra de las promesas que hicieron anteriormente», comentó Lavrov en una entrevista a Euronews.
Con información de RT.