Redacción. La salida por la puerta de atrás de un periodista de uno de los principales canales de televisión costarricense, generó que muchos hombres rompieran el silencio al mejor estilo de las novelas mexicanas.
Esta historia comenzó días atrás muy cerca del mar, en medio de una noche estrellada en Puntarenas. Uno de los comunicadores que más aparecía en cámaras por su rol de trabajo a cada hora salió de San José para cumplir con una asignación en la Perla del Pacífico.
Por razones que solo el reportero conoce, estando ya en la habitación del hotel después de un día de arduo trabajo, llegó lo que Romeo Santos llamó a una de sus más famosas canciones: la propuesta indecente. Así como lo está leyendo.
Después de haber llegado a la habitación y ponerse cómodos para descansar, el comunicador le pidió sexo oral a su compañero, quien por un momento creyó que se trataba de una broma, pero no era así. Cupido había clavado su flecha en el corazón de aquel periodista que, en segundo, recibió un rotundo no por respuesta.
Las cosas no se quedaron en aquella pequeña habitación… El camarógrafo, al regresar a San José, denunció lo ocurrido ante sus jefaturas, quienes iniciaron de inmediato un proceso disciplinario que llegó hasta Argentina y generó el despido de aquel reportero.
Pero ahí no termina esta historia de amor no correspondido. Después del despido, otros cinco compañeros de trabajo revelaron sus amargas experiencias con el periodista, pues, al parecer, también habían sido de su agrado.
Al igual que al camarógrafo de la habitación puntarenense, recibieron alguna propuesta, coqueto o insinuación según narraron ante la funcionaria a cargo del área Recursos Humanos. Pero ninguno cayó a la tentación que pronunciaban aquellos labios.
Otros, según han dicho, prefirieron no hacer leña del árbol caído y no denunciaron. De todas formas, el reportero ya había sido despedido sin responsabilidad patronal por aquel exceso de amor hacia sus compañeros.