Agencias.El Gobierno de Nicaragua reprimió con violencia a través de grupos de choque las manifestaciones que ayer ocurrieron en distintos puntos del país para protestar contras las reformas al seguro social anunciadas esta semana, que obligan a empleadores, cotizantes y jubilados a aportar más para evitar la quiebra del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) que desde hace cinco años presenta pérdidas y se encuentra ante un inminente colapso.
Al menos nueve periodistas y fotógrafos fueron agredidos mientras daban cobertura a las protestas en Managua. Alfredo Zuniga, fotógrafo de la agencia AP, tiene heridas en la cabeza producto de las agresiones, y también fue víctima de robo, ya que los grupos de choque le quitaron una cámara.
Un equipo del canal de televisión 100% Noticias que transmitía anoche en vivo también fue víctima de robo. Al camarógrafo le arrebataron una de las cámaras de video que utilizaban para la transmisión.
En tanto, el periodista Julio López, del programa radial Onda Local, fue golpeado mientras hacía una transmisión en vivo, resultando con conmoción cerebral. López se recupera en un hospital de Managua.
Las primeras acciones violentas ocurrieron en la mañana en la ciudad de León, en el occidente del país, a 89 kilómetros de Managua. Estudiantes universitarios afines al gobierno de Ortega salieron a las calles para repeler a los manifestantes, entre ellos algunos jubilados que cuestionaban el nuevo aporte del 5% que deducirán de sus pensiones.
Por la tarde, en Managua, una multitud conformada en su mayoría por jóvenes se reunió para protestar en una zona comercial de la ciudad. Rápidamente aparecieron miembros de la Juventud Sandinista, un brazo político del Frente Sandinista, partido en el poder. Vestidos con camisetas con leyendas de «amor y paz», algunos portando tubos y acompañados por hombres que portaban cascos de motos para no dejarse ver el rostro, empezaron a agredir a los manifestantes. Entre los primeros heridos se encontraba la activista y feminista Ana Quiroz, que resultó con dos heridas en el cráneo.
A eso de las 20 horas en las afueras de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA) otro grupo de jóvenes empezó a manifestarse. Con piedras y huevos fueron agredidos y obligados a huir entrando al centro de estudios, cuya fachada fue destruida.
No hay hasta la mañana de este jueves un reporte oficial de heridos debido a que los manifestantes no están congregados en alguna asociación o partido político.
«Antes veíamos guerrilleros enfrentando la guardia, hoy vemos pandilleros empoderados por el gobierno amenazando al pueblo que protesta. Este gobierno alienta truhanes y jallanes y los disfraza de sandinistas. Eso no es sandinismo!! Que no te engañen», escribió Gioconda Belli, reconocida escritora y poeta en su cuenta de Twitter, quien perteneció al Frente Sandinista en la década del 80.
Entre las voces que se alzaron ayer estuvo la del obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez: «¡Que el Gobierno de Nicaragua demuestre sensatez! ¡Basta de usar grupos violentos contra la población que tiene derecho a la protesta justa! ¡Respeten la libertad y dignidad del pueblo!«.
La razones de la protesta
El seguro social de Nicaragua ha perdido aproximadamente 504 millones de dólares de reservas técnicas en los últimos cinco años. La solución ante la inminente quiebra llegó esta semana a través de una resolución del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) que obliga a los cotizantes y a los empresarios aumentar su aporte mensual, y a los jubilados les impone aportar 5% de su pensión para gastos de salud.
Las medidas han sido consideradas como unas de las más impopulares desde que Daniel Ortega regresó al poder hace 11 años. Los empresarios han sido los primeros en expresar su inconformidad, rompiendo el modelo de diálogo y consenso que han sostenido con el Gobierno.
El Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) cuestionó la reforma argumentando que era meramente recaudatoria y que no garantizará la sostenibilidad de la institución, que el año pasado cerró con un déficit de US$70 millones. Agregó que esta no fue aprobada con la venia de ellos y que afectará la economía del país.