Redacción- Era un domingo como cualquier otro, cuando los clientes de un supermercado de Quesos se vieron sorprendidos por las violentas palabras de un joven armado que amenazaba todos.
Se trataba de un asalto perpetrado por una sola persona que decidió bajarse del carro en que viajaba por el sector de Naranjito para ejecutar el atraco.
Por fortuna, una de las víctimas logró marcar el 9-1-1 desde su teléfono móvil y alertar sobre lo que ocurría. De inmediato, la Fuerza Pública recibió la alerta del golpe en proceso y envió varias unidades. Las sirenas alertaron al delincuente, un joven de apenas 18 años, quien decidió suspender su plan para iniciar la fuga.
El muchacho huyó en su carro sin herir a ninguna persona o robar algún bien. En su auto, emprendió la huída a toda velocidad por las calles de Naranjito. Cuando la policía llegó al supermercado ya no estaba, pero gracias a las descripciones que dieron las propias víctimas se inició un operativo de búsqueda.
Pronto, el carro del sospechoso fue divisado por otros oficiales mientras intentaba escapar. De inmediato, inició una persecución que se extendió por varios minutos.
Al final, las patrullas lograron acorralar al delincuente, quien tuvo que detener su carro y bajar ante las armas de fuego que lo encañonaban.
El sospechoso, de apellido Zamora, fue reducido a la impotencia. En su vehículo, los oficiales encontraron la pistola con que amenazó a clientes y empleados del supermercado durante el fallido asalto.
Ahora, el joven deberá afrontar las consecuencias de sus hechos ante la fiscalía, lugar al que fue remitido por la Fuerza Pública tras su detención para la apertura de la respectiva causa penal por el delito de tentativa de robo agravado.
Las autoridades decomisaron tanto el arma como el auto utilizado en el atraco. Ahora, con esas evidencias se investigará su participación en otros hechos similares.