Redacción- Durante las últimas semanas ha circulado en medios de comunicación y redes sociales, información relacionada con el supuesto robo de niños, la cual ha sido desmentida por las autoridades.
Aun así, la Comisión Costarricense de Cooperación con la UNESCO, considera importante hacer un llamado a los padres de familia para reforzar las medidas de seguridad con sus hijos.
El ofrecimiento de golosinas fuera de las escuelas, el acercamiento de desconocidos a intercambiar palabras con menores, e incluso llamadas telefónicas, son algunas de las situaciones que se han suscitado y a las cuales los padres de familia deben prestar atención.
Para Rocío Solís, presidenta de la Comisión, esta situación es muy preocupante y debe ser atendida desde diferentes puntos.
“Los padres deben hablar con sus hijos, explicarles la situación y advertirles sobre los peligros que puede traer el hablar con desconocidos y que además, si les ofrecen cosas, no aceptarlas y mucho menos irse con ellos a ningún lado. Es importante decirles que den aviso a un adulto que esté cerca si llega a pasar algo de lo antes mencionado”, dijo Solís.
En estos casos, trabajar la autoestima de los niños, desarrollarles la confianza en sí mismos, cultivar sus fortalezas, hablarles siempre de manera positiva y enseñarles a decir no cuando algo no les guste, son parte de las reforzamientos que pueden hacerse en ellos para ser menos susceptibles a situaciones de peligro.
“Es un buen momento para acompañar a nuestros pequeños en las cosas que hacen y demostrar más interés en ellos, con eso se establecen vínculos más fuertes que fortalecen la relación padres e hijos”.
A pesar de que en Costa Rica no existen denuncias formales sobre el robo de niños, se conoce que en otros países existen grupos organizados que se dedican a hacerlo para explotarlos sexualmente, usarlos como traficantes de droga, vender sus órganos, realizar trabajos forzosos, e incluso, para darlos en adopción de manera ilegal fuera de sus países de origen.
Es importante que los padres de familia y la población en general velen por la vida y la integridad de los menores para la prevención de situaciones adversas, con acciones como evitar dejarlos solos en casa o enviarlos a la pulpería o a la escuela sin la compañía de un adulto.