En Alajuela se le recuerda a Campos,  cuándo estuvo al mando de Pérez Zeledón, y la afición de La Liga se metió con él para recordale su pasado en Tibás cuándo dirigía a los Guerreros del Sur.

Desde el primer momento en que Campos arribó al Morera Soto, la afición de la gradería este, detrás del banquillo, se toparon de frente y comenzaron a gritarle todo tipo de improperios.

Principalmente aquel día, un grupo de ocho seguidores se instaló en la “oreja” de Campos, quién en aquellos días era el encargado del cuadro sureño, al lado de la banca visitante, a gritarle toda clase de improperios, principalmente recordándole a la mamá.

En aquella ocasión el inmueble erizo dejó claro ayer que no olvida los cuatro años que Campos fue campeón con el Saprissa. Y el recuerdo del chicle que tiró el extécnico morado hacia la afición en esa misma gradería, estaba muy presente en la mente de los aficionados del equipo rojinegro.

En aquella ocasión la seguridad privada del reducto manudo alejó a los aficionados del banquillo visitante para calmar las aguas con el escenario erizo.

En aquel momento Campos declaró lo siguiente a muchos medios de comunicación:

“Estas circunstancias me gustan y nos favorecen, porque la afición se descarga conmigo y no con los muchachos.

“Además, me encanta, entre más me gritan me recuerdan mis mejores momentos, me sentí bien, me gusta venir acá, el ambiente es otro y eso gusta”.

Ese episodio ha sido uno de los más recordados de Campos en el Alejando Morera Soto, en dónde no es muy querido  por los fanáticos rojinegros.

En la actualidad, Campos arribó al conjunto peninsular gracias a Diego Giacone, quién confió en su compañero de mil batallas para integrar el cuerpo técnico de Jicaral con la consigna de llevarlo, de una vez por todas, a la máxima categoría del balompié nacional.

Jeaustin Campos conversó con AMPrensa.com y nos contó lo siguiente sobre Liga Deportiva Alajuelense y sobre las posibilidades del club de salir nuevamente como campeón nacional.