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Conozca los beneficios de la leche para cada etapa de la vida

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Redacción-La leche, – líquida o en polvo -, contiene muchos de los nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo del cuerpo humano: proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas -Vitamina A, Vitamina B y Vitamina D-, minerales -calcio, fósforo, potasio y magnesio-, y agua.

Este alimento es la principal fuente de calcio para el ser humano, un mineral que cumple funciones esenciales para la vida, pues es el más abundante en el cuerpo.

La principal función del calcio es formar parte de la estructura de los huesos – alrededor de un 99% se encuentra depositado la estructura ósea del cuerpo humano- y en los dientes. Además, participa en la transmisión de impulsos nerviosos, en la coagulación de la sangre y la contracción de los músculos, incluyendo el corazón.

Para ayudar a cubrir los requerimientos diarios de calcio, se deben consumir alimentos fuente de este mineral como la leche, el yogur y el queso. También, se puede encontrar en vegetales de color verde oscuro como la espinaca, las hojas de mostaza y el brócoli.

Consumir alimentos fuente de calcio es importante en todas las etapas de la vida. Sin embargo, Patricia Vial, Gerente de Nutrición, Salud y Bienestar de Nestlé Centroamérica, recomienda prestar especial atención a su consumo durante algunas etapas específicas, debido a diversos cambios que enfrenta el organismo:

Mujeres embarazadas y lactantes. El requerimiento diario de calcio aumenta durante el embarazo porque el bebé está formando todo su esqueleto. Si la alimentación de la madre embarazada es deficiente en este mineral, el calcio necesario para el desarrollo del bebé se obtendrá de los huesos y dientes de la madre, disminuyendo así sus depósitos, con posibles consecuencias para su salud en el largo plazo.

Durante la etapa de lactancia, debemos recordar que el calcio es un componente fundamental de la leche materna, por lo que su consumo es esencial.

Por consiguiente, se recomienda consumir dos porciones de leche o productos lácteos y tres porciones de alimentos fuente de calcio, como las sardinas y las hojas de mostaza, para cubrir los requerimientos diarios de este mineral.

Niños y adolescentes. Debido al acelerado crecimiento y desarrollo de los huesos y tejidos, las necesidades de calcio son mayores en estas etapas. Además, su adecuado consumo es necesario para lograr una masa ósea óptima, algo que ocurre alrededor de los 20 años de edad.

Para cubrir sus requerimientos, se recomienda que los niños beban dos vasos de leche al día y los adolescentes tres. El queso, el yogurt y el kéfir son, también, excelentes fuentes de este mineral.

Mujeres durante la menopausia. La reducción de las hormonas femeninas (estrógenos) limita la capacidad del cuerpo para reestructurar los huesos, por lo tanto, la estructura ósea se puede debilitar.

Para evitar que esto suceda, se debe consumir leche, productos lácteos y alimentos ricos en calcio durante la infancia y adolescencia. Asimismo, durante la menopausia, también se deben incluir en la dieta productos fuente de este mineral, pues así se cubrirán los requerimientos diarios y el cuerpo no tomará el calcio del reservorio natural, los huesos.

Tercera Edad. A medida que envejecemos, los procesos biológicos se vuelven más ineficientes y la absorción de todos los nutrientes, como el calcio, es menor. Por ende, aumenta la necesidad de consumir diariamente leche y alimentos fuente de calcio. Si bien es cierto, en esta etapa los huesos no asimilarán más calcio, este mineral es indispensable para diversas funciones en el cuerpo.

“Las personas que deseen consumir menos grasa pueden optar por productos lácteos descremados, los cuales, al tener menos calorías, son una excelente alternativa. Además, para los intolerantes a la lactosa existen productos deslactosados, que puede ser consumidos con confianza por aquellas personas que sufren de molestias gastrointestinales al consumir leche”, añadió Vial.

El consumo de estos alimentos en todas las etapas de la vida y la actividad física frecuente, reducen el riesgo de osteoporosis. Asimismo, la actividad física diaria ayuda a que se utilice mejor el calcio en el cuerpo.

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