Redacción-Cirugías que afecten los ganglios y conductos linfáticos axilares como por ejemplo resecciones de cáncer de mama, resección de tumores axilares o cirugías estéticas de brazos podrían producir algún grado de linfedema.
El Linfedema es una enfermedad que se produce como consecuencia de algún problema estructural o funcional del sistema linfático.
El sistema linfático es una red de capilares similar al sistema venoso que se encarga de varias funciones inmunológicas, transporte de lípidos y macromoléculas y de recolectar los líquidos que salen de las arterias y las venas, con el fin de devolver estos al corazón.
Cuando esta red falla las extremidades afectadas, ya sean las piernas o los brazos, empiezan a tener un aumento importante de volumen por la acumulación de líquido llamado linfa. Si este aumento de volumen se prolonga en el tiempo, se produce un depósito de esas moléculas de lípidos y proteínas en el tejido, haciendo irreversible el aumento de volumen.
Además, la piel se torna más gruesa, con cambios de coloración y crecimientos verrugosos afectando la calidad de vida del paciente.
Existe el linfedema primario y el linfedema secundario. El linfedema primario es aquel que padece el paciente desde su nacimiento y es una condición congénita, no necesariamente hereditaria.
Podría presentarse a cualquier edad, ya sea al nacimiento, precoz cuando aparece antes de los 35 años y tardío cuando aparece después de los 35 años.
El linfedema secundario es el que se produce por alguna circunstancia como una cirugía, un trauma, radiación o parásitos del sistema linfático. Actualmente la causa más frecuente de linfedema en países desarrollados es el tratamiento del cáncer, tanto por la cirugía como por la radioterapia asociada que también puede lesionar este sistema.
“Para mejorar esta condición, a través del microscopio, se busca un conducto linfático apropiado y se une a una vena superficial para así establecer una salida nueva a la linfa y que drene a través del sistema venoso. Esta es una técnica bastante compleja que tarda alrededor de una hora, pero si se encuentran más conductos linfáticos la operación se puede extender por seis a ocho horas” informó Madelein Centeno, cirujana plástica y especialista en este tratamiento.
Valorando las posibilidades de cada paciente, no hay una razón en particular para padecer o no linfedema secundario. En dos pacientes diferentes se puede hacer la misma cirugía, por ejemplo para erradicar el cáncer, y una persona podría presentar linfedema y la otra no, pero usualmente se relaciona a si hay una predisposición genética.
En Costa Rica se puede realizar el diagnóstico de linfedema con un examen llamado linfocentellografía, en el cual se inyecta una sustancia especial entre los dedos de las manos o los pies y se puede observar cómo viaja este líquido a través de los conductos linfáticos hasta llegar a los ganglios axilares o inguinales, con lo cual se puede determinar cuándo hay alguna patología de dicho sistema.
El linfedema no tiene relación con enfermedades como la diabetes o la hipertensión arterial, pero sí se ha visto una relación directa con la obesidad y los pacientes encamados, ya que en su mayoría son personas que no tienen ningún tipo de movimiento en sus extremidades.
Luego de la operación para tratar el linfedema, el cuidado post-operatorio es de dos semanas. El paciente debe luego continuar con una rutina para bajar de peso, hacer ejercicio moderado en forma regular, humectar bien la piel del miembro afectado, colocarse vendas de compresión y hacerse masajes especiales que ayudan a drenar el líquido del miembro, con el fin de que el paciente puedallevar una vida activa y plena.
