Redacción- Los pobladores de San Ramón, en La Virgen de Sarapiquí, esperan que el ecoturismo marque la ruta hacia un mejor futuro para un pueblo en el que hasta hace poco ni caminos había.
A las bellezas rurales y la riqueza cultural que ya ofrece el pueblo, se sumará dentro de poco, un segundo acceso al parque nacional Braulio Carrillo, uno de los de mayor riqueza natural del país.
Con el apoyo de extensionistas de la Sede en San Carlos del Tecnológico de Costa Rica (TEC), los pobladores de este pequeño pueblo se organizaron y ya ven resultados concretos de su trabajo conjunto: nuevos caminos y un proyecto para construir, a más tardar en 2019, un puesto de acceso al parque en el sector conocido como El Ceibo, que hasta ahora se ha dedicado exclusivamente a la investigación.
La iniciativa contempla una transferencia del Instituto de Desarrollo Rural (Inder) al Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), para que se construyan varias instalaciones, entre ellas:
- Casetilla de ingreso de turistas.
- Cafetería.
- Tienda de recuerdos.
- Baños.
- Al menos dos senderos, uno apto para personas con algún tipo de discapacidad o adultos mayores y uno de mayor dificultad, para el público en general.
El sendero más largo incluirá un puente colgante, sobre el río Peje, que incrementará el atractivo turístico del ingreso al parque.
“Parte de la capacitación es que ellos entendieran qué es el patrimonio y por qué el patrimonio es parte del turismo rural; la historia, la identidad y más. Hicimos talleres, participamos con cursos diversos de la carrera de Turismo Rural Sostenible de la Sede Regional y con varias generaciones de estudiantes, cuyo trabajo ha calado muchísimo porque hicieron varios trabajos finales de graduación y se relacionaron mucho con el pueblo“, comentó Lady Fernández, extensionista del TEC.
Con esto, el turismo nacional y extranjero tendrá acceso a una de las áreas de mayor diversidad natural del país, con una llamativa cantidad de especies de árboles y plantas –unas 6.000 especies, prácticamente la mitad de las especies de plantas del país–, el 75% de las especies de aves del país, y gran variedad de mamíferos, reptiles, anfibios e insectos.
“El Parque Nacional Braulio Carrillo es una de las áreas protegidas más grandes de Costa Rica con 50.000 hectáreas y está ubicado en una de las zonas con la topografía más abrupta del país. El paisaje está constituido por montañas altas densamente cubiertas de bosques y gran cantidad de cañones por los que discurren ríos y quebradas de gran importancia en la producción de energía hidroeléctrica”, destaca el Sinac en su página en Internet.
Es una riqueza natural que los vecinos han aprendido a apreciar y querer como propia. Ahora buscan sacarle provecho con la inclusión de una oferta turística:
“La biodiversidad que tiene este bosque es muy importante porque arranca desde los 50 metros sobre el nivel del mar, hasta llegar a los 2.700, que es en el volcán Barva. Entonces la idea es poder visitar esta área porque tiene una gran riqueza natural, tanto en flora como fauna.
“Es muy atractivo para el turismo porque va a encontrar ríos que están totalmente limpios, variedad de aves, cientos de aves, anfibios y muchísimas más especies, incluso árboles que están en peligro de extinción”, detalla Melis Ferrero, cuya finca colinda con el parque.
Johan Umaña Venegas periodista TEC