Redacción- Redes de sadomasoquismo y violaciones sexuales en hospitales o bajo el efecto de somníferos, son algunos de los actos atroces cometidos por 300 sacerdotes acusados de abuso sexual en Pensilvania Estados Unidos, así lo revela un informe del gran jurado de la localidad que investiga los casos.
La investigación señala que la cúpula eclesiástica católica encubrió y toleró muchos de los casos perpetuados por más de 7 décadas. Se estima que se cometieron más de 1000 abusos.
Los casos revelados en el informe muestran actos escalofriantes e indignantes. Por ejemplo, en la diócesis de Erie, un cura confesó haber cometido en los años ochenta violaciones anales y orales a al menos 15 chicos, uno de ellos de tan solo siete años.
Otro de los abusos incluidos dentro del informe determinó un caso de un cura que violó a una niña de siete años cuando fue a visitarla al hospital después de que la operaran de amígdalas.
Además, se expone el caso de un sacerdote que le dio a un chico una bebida que provocó que olvidara el abuso perpetuado por este la noche anterior cuando fue violado analmente. Otro cura obligó a un niño de nueve años a practicarle sexo oral, para luego decirle que le limpiaba la boca con agua bendita.
Asimismo, en la ciudad de Pitssburg existió una red de curas que se coordinaban entre ellos para utilizar “látigos, violencia y sadismo al violar a sus víctimas”, según detalla el informe.
La mayoría de los abusos han prescrito por haberse cometido hace tiempo o sus autores ya están muertos. Solo dos de los casos en el informe han derivado actualmente en imputaciones delictivas, aunque las revelaciones también salpican a cargos actuales, como Donald Wuerl, el cardenal de Washington que entre 1988 y 2006 lo fue de Pittsburgh.
“Pese a algunas reformas institucionales, en general los lideres individuales de la iglesia han evitado una rendición de cuentas pública», señala la investigación.
Con información de El País