Minor Araya Salguero
Criminólogo y exjefe del OIJ
El pasado sábado 4 de agosto, a eso de las 06:40 am, allá en Tortuguero, Arancha López Gutiérrez una turista española de 31 años, es atacada y abandonada ya sin vida en la paradisíaca playa que optó recorrer y, horas más tarde del domingo 5, allá en Cóbano, otras dos extranjeras fueron sorprendidas por la intrínseca maldad del hombre.
Las turistas, una inglesa de apellido Moorehouse y una mexicana, María Trinidad Matus Tenorio fueron también brutalmente atacadas cuando, a eso de las 03:00 am, ambas caminaban una irresistible playa nacional.
La joven azteca corrió la misma suerte de la ibérica, le fue -cobardemente- arrebatada su vida. La visitante inglesa pudo escapar de los monstruos que pretendían dar término a su despiadada intención.
En menos de 24 horas, dos homicidios en donde se presume el asalto sexual. De momento, como único sospechoso de la muerte de Arancha, figura un nicaragüense de apellidos Díaz Hawkings y, con respecto al caso de María Trinidad, hay dos nacionales, de apellidos Esquivel Cerdas y Mendoza Benavides.
“Dos primeros asesinatos de turistas este año encienden alarmas en autoridades”. Aquel, un título del Diario La Nación [agosto 7]. Según la nota, la muerte de dos extranjeras en playas costarricenses “sorprende a las autoridades”.
¿Deberían estar nuestras autoridades sorprendidas? María Amalia Revelo (Ministra de Turismo) aseguró que el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) “va a reforzar la tarea que dirige el Ministerio de Seguridad…” ¿Acaso no está trabajando correctamente esta área de operaciones preventivas de seguridad que, luego del “aluvión”, se aprecia ayuna de fuerza?
“Los humanos son el animal más violento en este planeta, y todos son capaces de enormes niveles de violencia, dada la motivación adecuada”– Joe Kenda–
Al leer a Amarilys CG (una internauta) parece que no todo es ingenuidad “las alarmas están sonando hace muchos años pero no las escuchamos así que las autoridades no vengan con ese cuento de que estos asesinatos a las dos mujeres turistas es una encendida de alarma, este es el mismo infierno” (La Nación). Si bien, para algunos ciudadanos es el racismo, la igualdad o desigualdad, la xenofobia y otros aspectos, los únicos que propician estas dos terribles pérdidas, para Amarilys evidentemente no.
Ciertamente parece que estos terribles acontecimientos pudieran -también- obedecer a otros aspectos, otros más allá de lo aberrante. Quizá lo que atizó la desgracia sea la incompetencia, la negligencia, la impericia y la desidia en la función pública.
Con agrado, pero con algún grado de asombro pude leer una nota [agosto 6] resaltando que la “Policía Turística detiene a sujeto con arma de fuego ilegal dentro de bus en Puerto Viejo de Limón” (Telenoticias). Debo confesar que hacía mucho no escuchaba de tan importante dependencia del Ministerio de Seguridad Pública (MSP).
¿Qué ha sido de la Policía Turística? ¿Está trabajando tal cual gobiernos anteriores lo han afirmado? El 03 de julio de 2015, el Gobierno de la República asegura a su pueblo que “…los oficiales de la Fuerza Pública destacados en la Policía Turística preparan controles de carretera, abordajes de autobuses y entrega de consejos a los turistas en los sitios más visitados de las provincias de Guanacaste, Limón y Puntarenas». Hasta acá, sin duda alguna, pareciera que el esfuerzo de esta policía especializada definitivamente prometía.
Luego, se puso mejor cuando el 6 de agosto del 2017, los medios de comunicación informaron que “La Policía Turística de Costa Rica anunció que alista un plan de atención a los visitantes extranjeros en el país, que tiene como fin darle una mejor atención al turista (…) autoridades de ese cuerpo policial y del sector turismo se reunieron para elaborar dicho plan, con base a un diagnóstico guiado por expertos ofrecidos por la Organización de Estados Americanos (OEA)”.
Para el ICT [hace un año] la idea central es generar un ambiente de mayor paz y tranquilidad para el turista. ¿Les habrá funcionado tan sonado plan? Creo que desafortunadamente no, creo, además, que todo se resumió en un intercambio de tarjetas de negocios, abrazos y tazas de café. Espero equivocarme, pero…
Debido a estos dos gravísimos incidentes [homicidio de dos turistas] expertos de la Asociación Costarricense de Profesionales en Turismo(ACOPROT) hacen claramente denotar, según el Diario AMPrensa que “Desde ACOPROT se urge al sector público y privado a establecer un plan de acción que evidencie que se están tomando medidas efectivas para mantener la integridad y seguridad de turistas, tanto nacionales como extranjeros. Es fundamental que la Policía Turística, el ICT, Migración, el Ministerio de Seguridad Pública y demás entidades estatales se manifiesten y den a conocer medidas al respecto”.
Parece que ACOPROT, esta importante organización en materia turística nacional, o nunca tuvo conocimiento de aquel brillante plan [agosto 2017] o quizá este nunca aterrizó.
Noticias Monumental [06 de agosto] nos entrega más evidencia que podría señalar un debilitamiento en el sistema preventivo del delito cuando señala que “Seguridad promete más vigilancia tras asesinato de turistas en Cóbano y Tortuguero” “El viceministro de Seguridad, Luis Carlos Castillo, dijo que la institución lamenta los hechos y promete estrechar lazos con las comunidades para evitar que este tipo de situaciones incrementen.”.
En otras palabras, Don Luis Castillo evidentemente detecta una o varias debilidades en el área preventiva aquí en cuestión a tal punto que, prometerevertir aquella ya sospechada grieta en materia de protección al turista.
Por desgracia, aquello que nuestra amiga internauta Amarilys visualizó, la voz del ahora viudo de la turista española, Miguel Ángel Escribano [agosto 8] lo confirma: “Los españoles por nosotros no buscamos la muerte, consultamos antes de los viajes en los archivos de nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores, que son los expertos de ello para cada destino al que nos dirigimos y tomamos nuestras medidas de precaución para que no nos pase nada. No fue este el caso; Tortuguero nos decían que era un lugar muy seguro en el que nunca sucedía nada, todo el mundo nos decía que era una maravilla. Con nosotros incluso, el hotel no tenía ningún aviso puesto, no nos avisó de ningún riesgo y después de la tragedia nos vamos enterando de cosas que nadie sabía (…) y a Costa Rica, que no descansen, que cuiden a sus hijos, que cuiden a sus mujeres, que cuiden a sus gentes y que nos cuiden a nosotros cuando venimos aquí a visitarlos con toda la ilusión, porque vamos a seguir viniendo y vamos a venir y no nos importa que haya riesgo en el país, pero avisennoslo para que tomemos nuestras precauciones y si no se puede salir de un hotel, nos lo dicen y no salimos, y si tenemos que salir acompañados salimos acompañados, y si tenemos que salir con una pistola que nos lo digan y salimos con una pistola…” (Telenoticias).
Resulta evidente, no fuimos los costarricenses [las autoridades] siquiera capaces de recurrir a una medida básica de seguridad preventiva “Informar y orientar” al ciudadano, al usuario, en este caso, al entusiasmado turista. A pesar de que el Ministerio de Exteriores de España sí advierte a sus ciudadanos [enero 3, 2018] “Se recomienda viajar con precaución” (ABS.es) a 40 países, entre los cuales se encuentra Costa Rica, somos nosotros los que realmente fallamos como país anfitrión; uno que debe proteger a sus buenos huéspedes.
Las alertas, campanas, sirenas, gritos o lo que se quiera para describir el alto riesgo -entre otros lugares- en nuestras zonas costeras y parques nacionales, es sencillo, ya se habían hecho escuchar. Cito algunos de muchos ejemplos:
–Mayo 23, 2008 “Narcotráfico y cacería bordean a Tortuguero.
La falta de guardaparques facilita la circulación de cazadores armados y el trasiego de drogas en los desprotegidos canales del Parque Nacional Tortuguero, en el Caribe costarricense.” (La Nación).
–Agosto 25, 2016 “Los narcos hacen suyas las áreas protegidas. Grupos de narcotráfico usan parques nacionales fronterizos y costeros como ruta de paso, bodegas, zonas de cultivo y laboratorios. La estrategia lógica de muchos guardaparques: mejor no acercarse. Las noticias dan cuenta de manera frecuente de decomisos de drogas en zonas protegidas. Cocaína en islas Negritos, miles de matas de marihuana en Chirripó, paquetes flotantes en Golfo Dulce, un campamento en Corcovado, varios decomisos en Tortuguero, capturas en Cabo Blanco, la de este lunes en Buenos Aires… Las noticias no paran.” (SemanarioUniversidad).
–Febrero 18, 2018 “La Fuerza Pública pudo haber detenido en Barra del Tortuguero a uno de los traficantes más buscados de Costa Rica y con orden de captura internacional. El narcotraficante sería identificado como José Arnoldo Diaz, alias “Pelleja” (AMPrensa).
–Mayo 16, 2018 “Narcotráfico invade áreas protegidas del Pacífico Sur de Costa Rica” (Monumental).
Así las cosas, no hay justificación alguna a una alegación de ignorancia, incluso de falta de recurso humano o material. Nuestras autoridades de policía preventiva [MSP] así como la entidad responsable del turismo nacional, el ICT, no fueron siquiera capaces de informar, de orientar, de alertar a nuestros turistas de la triste realidad que vive aquella, alguna vez llamada la Suiza Centroamericana, hoy repleta de vagabundos, ladrones, estafadores, narcotraficantes, asesinos, asaltantes, violadores y “vivazos encopetados” (Políticos de quinta que, por pretender hacerse inscribir en la historia del país, hacen ver que hacen bien, cuando en realidad hacen grave mal al país con un objetivo: “Quiero que me recuerden, como el primero que hizo esto en Costa Rica”).
Con lo anterior – una vez más – parece quedar sin cobija la grave situación que, en materia de seguridad ciudadana, tiene nuestro país. Parece no bastar con cobrar en demasía al turista por su condición, también lo abandonamos a su suerte; un abandono ingrato e imperdonable.
La actual administración del MSPy del ICT tiene poco más de tres meses de servir a su país, obviamente, podrían estar aún en un proceso de acomodo; un proceso que colisiona irremediablemente con el producto de la desatención al turista de marras, uno del cual hoy deben necesariamente aprender, para así eficientemente neutralizar en adelante. No se debe seguir esta cadena de graves e indeseables errores.
Para el costarricense: Si conocemos que el hombre es capaz de cometer actos terribles, deplorables y cobardes [tal cual Kendabien apunta], como decimos en Tiquicia “No nos pongamos”. También como ticos, debemos compartir la responsabilidad de nuestras autoridades preventivas e informar objetivamente a nuestros turistas, a nuestros distinguidos huéspedes tratando así, de mantener “viva” [preservar] la imagen del buen costarricense y su patria; no “aniquilar” [desamparar] esa buena y longeva imagen internacional, sería el quid de este asunto.
Dedicado a la memoria de Arantxa y María Trinidad, dos valientes mujeres que enfrentaron al maldito hombre, al más cobarde, miserable y despreciable.
Muy triste noticia mis condolencias y oraciones a sus familiares
Ojala yo no Este equivocado pero se puede hablar y opinar como humanos que somos se puede multiplicar la cantidad de oficiales de policia pero nunca un policia por persona yo no entiendo Porque transparentemente no implementan un plan de advertencia en cualquier lugar del mundo hay mucha inseguridad especialmente de noche
Comments are closed.