Redacción- La Municipalidad de Santa Ana lanzó una certificación de prácticas agrícolas sostenibles que le asegura a los consumidores productos locales, cultivados bajo estándares de seguridad alimentaria y con buenas prácticas.
A la fecha, 11 familias agricultoras se preparan para recibir el sello para sus productos, que, a su vez, les permitirá diversificar su oferta, al pasar de fincas monocultivo a integrales; y emprender en nuevos mercados con opciones más saludables y ecológicas.
“Al ser un distintivo sostenible, se fomenta un uso eficiente de los recursos naturales y se aplican productos sintetizados de forma responsable, con el fin de minimizar riesgos para las personas”, comentó la Dra. Raquel Hernández, nutricionista coordinadora del Departamento de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) del cantón, única oficina en la materia, a nivel municipal del país.
Para certificarse de forma gratuita y voluntaria, sólo es necesario hacer la solicitud a SAN, un proceso que brindará asesoría al productor y no excede los dos meses.
El anuncio se realiza en el marco del Día Mundial de la Alimentación que se celebra el 16 de octubre, fecha que visibiliza el Objetivo de Desarrollo Sostenible, #HambreCero. Para alcanzar esta meta, es esencial mejorar las prácticas agrícolas, que garanticen la seguridad alimentaria y dietas sostenibles.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), para satisfacer la demanda en el 2050, la agricultura deberá producir casi un 50% más de alimentos, fuentes y biocombustibles que en el 2012.
A diferencia de otros países, en Costa Rica, los retos alimenticios radican en problemas de obesidad por malnutrición.
Vista la seguridad alimentaria como un derecho humano y ante la necesidad de minimizar el daño ambiental; en abril del 2017 comenzó el Programa de Agricultura Orgánica y Producción Sostenible para Productores de Santa Ana, liderado por SAN y con apoyo del Consejo de Seguridad Alimentaria (COSAN), integrado por varias instituciones. La iniciativa apunta al desarrollo integral -ambiente, salud y calidad de vida-.
La doctora aseguró que, si bien Santa Ana se considera una ciudad urbana, todavía tiene más de 200 productores donde impera la agricultura familiar, por lo que es de gran valor estimular el consumo local.
A inicios del 2019 se entregarán los primeros sellos a diversos productos (verduras, frutas, vegetales y granos), tales como café, ajo, cebolla, tapa dulce, sobao, cítricos (limón mesino, criollo y dulce, mandarina y naranja). También se incluirán aguacate, chile, lechuga, tomate, tomate cherry, remolacha, maní y vainicas, entre otros.
Para sistematizar la información y como parte del proceso, cuatro fincas obtuvieron la Bandera Azul Ecológica (PBAE) en Producción Agropecuaria, y ya se preparan tres más.