Redacción – El Ministerio de Hacienda muestra su preocupación por la falta de  pues as autoridades afirman que la situación financiera que se presenta actualmente en el régimen costarricense no les permite tener certeza para saber si el Gobierno de la República tendrá los recursos necesarios para afrontar pagos importantes como los aguinaldos.

«Desde el punto de vista del trámite del proyecto, con el plan fiscal, un elemento importante era una aprobación relativamente rápida para volver a tener certidumbre y disminuir la afectación de riesgo que tienen los inversionistas para poder tener recursos. Cada vez quedan menos inversionistas y aquellos que llegan cobran tasas de interés extremadamente altas», destacó el viceministro de Ingresos, Nogui Acosta.

El jerarca afirma que, de no aprobarse la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, esto ejercería «muchísima presión» sobre la posibilidad de captar dinero porque, precisamente, teníamos la idea de que podíamos recoger una serie de recursos que se dan en un rápido trámite como la seguridad tributaria  y que les permite a a Hacienda tener una negociación en mejores condiciones con inversionistas.

«Bajo esta situación que tenemos hoy, hay una nueva etapa que hay que afrontar, ya no solamente con el número de diputados que votaron en el primer debate sin tener 38 votos, nos genera una sensación de riesgo que va a hacer que nuestros inversionistas lo piensen dos veces antes de dar los recursos», aclaró.

Al consultarle a Acosta acerca de la preocupación del sector público sobre la carencia de recursos para los pagos, este afirmó que también está muy preocupado por la misma razón.

«La preocupación la tenemos todos porque, precisamente en mi condición de viceministro, me corresponde buscar los recursos necesarios para cumplir todas las obligaciones del gobierno como tal y sí deberíamos estar preocupados todos de que no tenemos una solución para el tema del déficit y que, la única que habíamos tratado de avanzar en la Asamblea Legislativa, hoy tiene una nueva etapa que quemar y se atrasa la posibilidad de que Hacienda tenga recursos frescos a final de año y nos genera mucha presión. Estoy preocupado y entiendo la preocupación de todo los costarricenses que dependen de los recursos de Hacienda», aseveró.

¿Qué le pide Hacienda a los diputados?

El viceministro afirma que, desde esta cartera, han conversado muchísimo con todos los legisladores pero los 22 que votaron en contra  no comparten el criterio de la gravedad de la situación, debido a que se les ha comentado sobre las consecuencias de rechazar la propuesta.

«Creo que los diputados tienen claridad de las consecuencias de la no aprobación de la reforma fiscal y, en ese sentido han sido muy responsables. Seguimos en conversaciones y no vamos a dejar de conversar con ellos y dándoles información para que tomen en cuenta la decisión correcta que sería darle el chance al país de poder contar con una reforma que nos permita brincar esta crisis que se avecina, porque necesitamos algunos elementos necesarios para cambiarla».

Además, pide a los padres de la patria tomen en consideración las consecuencias que «van a afrontar quienes más dependen de los recursos del Estado».

¿Cuál es el «plan B» de este ministerio?

En caso de que el proyecto 20.580 no consiga los tres votos que no obtuvieron en el primer debate al llegar a 35 votos, esta cartera pretende recortar el presupuesto del próximo año, según aseguró a AMPrensa.com.

«La única acción inmediata que puede dar algún tipo de posibilidad de solución es el recorte del presupuesto del 2019, pero ese «recortar» implica menos recursos para salarios, para transferencias, para las diferentes instituciones e identidades que dependen de los recursos que entrega el Estado», exclamó.

Aunque se le consultó por ejemplos de cuáles instituciones podrían verse afectadas, Acosta no lo pudo estimar pero afirma que deberían recortar el presupuesto a un 30%.

«A cada una de las entidades les corresponde distribuir este recorte. Es que un 30% de los gastos son sueldos y un 40% son pagos de la deuda que no se pueden recortar. Donde se vería el recorte podría ser en la compra de equipos, inversión pública pero esto cada quién va a reflejarlo», concluyó.

Parte de la situación que amarra la falta de dinero proyectado para el pago es el hueco de más de ¢900mil millones, el cuál se dio en el último cuatrimestre del año anterior, cuando la administración bajo el mando de Luis Guillermo Solís tuvo dificultades para cancelar los aguinaldos al no reportarlo para el pago de deuda interna.