Redacción- Este año no ha sido fácil para la Industria Alimentaria. El país requiere de un rumbo claro para lograr reactivar la economía y evitar caer en una espiral de desempleo que después sería difícil revertir, asegura la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (CACIA) en su balance económico del 2018.

Este sector compuesto por 1.609 empresas, que contratan de manera formal a 58.179 trabajadores, a octubre de 2018 presentó una reducción de su Índice Mensual de Actividad Manufacturera de un -4,1%, lo cual es un desplome de 7,8 puntos porcentuales con respecto al nivel mostrado en el mismo mes del año anterior, cuando el IMAE de este sector mostraba un crecimiento del 3,81%.

El crecimiento promedio de los primeros 10 meses del año fue de un 0.98% pero se espera que llegue a cero o a números rojos en diciembre, debido a que en noviembre y diciembre los impactos de la huelga eran aún latentes.

 Caen exportaciones

Las exportaciones totales de la Industria Alimentaria mostraron un leve decrecimiento con respecto al 2017 de un -1.1%. Productos que mostraron caída en sus ventas al exterior fueron  harinas, grasas, artículos marinos, azúcar, pastas, jugos y alcohol, especialmente por la disminución de las compras en Estados Unidos y Europa.

En cambio los productos como lácteos, carnes procesadas, confitería, chocolatería, cereales y snacks, panificación y galletería, salsas, alimentos diversos y los refrescos tuvieron un repunte moderado con respecto al 2017.

Razones de la contracción del mercado interno

Esta contracción se presentó porque este año las exportaciones no crecieron, sino que tuvieron un leve decrecimiento cercano al -1%, especialmente por la contracción de la demanda de algunos bienes en mercados importantes de Europa y Estados Unidos. Por su parte, el mercado interno fue fuertemente impactado por un combo tóxico de condiciones políticas que redujeron significativamente la confianza de empresarios y consumidores.

“Estos factores llenaron de pesimismo el clima para hacer negocios y ocasionaron la desconfianza del consumidor”, explicó Maurizio Musmanni, presidente de CACIA.

Según el Presidente de los empresarios de alimentos, los consumidores sufrieron consecuencias debido a una seria crisis de expectativas negativas, generadas en torno a la situación económica del país, lo cual dio como resultado a un consumidor muy racional que redujo la cantidad de compras, su periodicidad, y que buscó presentaciones de productos más pequeñas y marcas más baratas que desvalorizan categorías.

1 COMENTARIO

Comments are closed.