Un joven de China, identificado como Xiao Wang, fue conocido a nivel mundial en 2011, luego que se descubriera que vendió uno de sus riñones con tal de comprar uno de los más recientes teléfonos celulares. A siete años de su fatal decisión, el joven sigue pagando las consecuencias.
Lo que el joven de 17 años recibió por su riñón es un equivalente a 3,200 dólares.
A Xiao le aseguraron que estaría perfectamente bien una semana después de la cirugía, que realizaron en un lugar clandestino, sin embargo, la situación empeoró.
La cirugía no terminó exitosa, ya que las heridas no sanaron correctamente y provocó que tiempo después su único riñón empezara a fallar.
Los padres del entonces menor, se enteraron después y ahora continúen luchando porque le sean realizadas diálisis, ya que no cuentan con recursos. #Omicrono – El Español