Redacción – Después de un período de autoevaluación y profundo análisis, los dirigentes del Partido Alianza Demócrata Cristiana regresan con nuevos bríos a la arena política nacional. La agrupación afirma que vuelve con el firme compromiso de ofrecer, a los costarricenses, una opción seria, responsable y comprometida con la defensa de los intereses ciudadanos.
Al frente de la agrupación está el abogado, dos veces diputado y expresidente de la Asamblea Legislativa, Mario Redondo, quién se ha destacado como un firme defensor de los ciudadanos, sobre todo de aquellos, que por sus condiciones, tienen menos alternativas de ser escuchados.
En su gestión como congresista, Redondo presentó más de 156 proyectos de ley, denunció actos de despilfarro y corrupción, fue el primer diputado en denunciar el caso del Cemento Chino, también colaboró con derrocar varios aumentos en servicios públicos y logró ganar 152 recursos de amparo en defensa de la ciudadanía, particularmente de sectores más vulnerables como los indígenas y adultos mayores.
“Hoy renovamos y fortalecemos nuestro compromiso, para ofrecerle al país un Partido de calidad, un Partido que proponga ideas y soluciones, que combata la corrupción y los abusos con recursos públicos, que luche por un Estado eficiente, ágil, que haga del servicio a la gente su razón de ser”, dijo Redondo en su condición del presidente del partido.
ADC asume el reto de ser una opción 100% constructiva, que estará muy activa en la presentación de proyectos para el desarrollo del país, particularmente de aquellas iniciativas que generen oportunidades para la gente. En ese objetivo la Asamblea Nacional de ADC esta convocando a un Congreso para fortalecer y actualizar el Plan de Gobierno que propuso a los costarricenses en la primera ronda de la pasada campaña electoral, denominado: “Hagamos de Costa Rica un país de oportunidades para todos”, tarea en la cual recorrerá todos lo rincones del país, escuchando a todos aquellos que quieran aportar ideas y soluciones.
Como ejemplo de su papel propositivo, ADC pidió a los Poderes Ejecutivo y Legislativo, atender y respaldar 3 de sus propuestas, las cuales considera serían de gran utilidad en el momento actual:
- «Implementar un agresivo plan de ejecución de obra pública, que permita usar los miles y miles de millones que tiene disponibles en el BANHVI, Educación, Salud y créditos de infraestructura, para generar nuevos empleos y reactivar la economía. Ello permitiría no solo construir muchas viviendas, escuelas, EBAIS, carreteras, sino además generaría miles de empleos, ya que según datos de la Cámara de la Construcción por cada metro cuadrado de construcción se generan 4 empleos directos. Recordemos que a diciembre del 2018 el BANHVI terminó con un superavit de 145 mil millones, en caja única del Estado se encuentran estancados 141 mil millones para construcción de escuelas y colegios, el país paga $ 8 millones al año por cláusulas de compromiso, al tener créditos externos aprobados y sin ejecutar. En nuestros proyectos de ley, expedientes 19.993, 19.331 y en nuestro Plan de Gobierno se encuentra una valiosa propuesta para avanzar en esta dirección».
- Aprobar nuestra propuesta de Ley Orgánica de las Administraciones Públicas, la cual fue también recomendada por el Acuerdo Nacional, iniciativa que permitiría evolucionar hacia una Administración pública más ágil, eficiente y al servicio de la ciudadanía. La pueden ubicar en el expediente legislativo número 19.405.
- Establecer la Red contra la Corrupción y el Despilfarro, mecanismo que vincularía a ciudadanos, auditorías, contralorías de servicios y Contraloría General de la República, en un esfuerzo por fiscalizar y combatir el mal uso de los recursos públicos. Se trata de lograr decenas de miles de aliados en todo el país, para cerrar todo portillo a la corrupción.
En la conferencia tras el regreso, Redondo hizo un llamado a toda la sociedad costarricense para elevar la calidad del debate público y el de la política nacional.
“La indignación esta de moda y ciertamente hay muchas razones para estar indignados por lo que pasa en el país, las noticias no son buenas en materia de desempleo, pobreza, inseguridad, corrupción y otras áreas, pero no hay nada pero para una democracia que una indignación mal encausada, nada peor que una indignación que nos lleve a algo peor que lo que ahora tenemos, (…) esforcémonos por evitar la división de la familia costarricense, no nos dejemos arrastrar otra vez a campañas electorales llenas de odios y noticias falsas».
