Redacción- La seguridad vial es una de las principales problemáticas con las que tienen que lidiar las personas todos los días, pero a su vez los principales responsables de los accidentes de transito son los mismos humanos.

La Organización Mundial de la Salud considera la seguridad vial como uno de los problemas más graves de nuestro tiempo.

Puesto que a nivel mundial más de un millón de individuos pierden la vida por estos motivos, mientras que la cifra de personas heridas supera los 30 millones.

Los seres humanos somos el factor más complejo en la fórmula de la seguridad, puesto que cada persona conduce distinto y acepta niveles de riesgo diferentes.

Las campañas de publicidad de los fabricantes de vehículos influyen mucho en la percepción de las personas hacía la conducción y capacidades de los automotores.

Los siniestros se suelen relacionar con causas puntuales (velocidad, drogas, alcohol o uso del celular), pero no se suelen tener en cuenta los factores psicológicos y sociológicos implicados.

El estrés provocado por las presas en las carreteras, además de los cierres parciales por motivos protestas sociales genera que el tiempo de traslado se pueda hasta duplicar.

Este fenómeno se ha producido siempre, pero cada día son más frecuentes las interrupciones inesperadas de tráfico, lo que termina ocasionando grandes niveles de estrés en los conductores pudiendo desencadenar violencia.

Por estos motivos los vehículos actuales son los más seguros que se han diseñado a lo largo de la historia, y cada vez existen más elementos de seguridad.

La verdadera revolución tecnológica en el sector del automotriz no tiene que ver con los elementos internos, sino con los nuevos sistemas de ayuda a los conductores.

En este ámbito, hay tres tecnologías principales que facilitan la conducción y que ya están implantadas en vehículos de gama media y alta.

Los asistentes de mantenimiento de carril o sistemas LKAS (Lane Keeping Assist System), que se basan en el uso de cámaras para detectar si el vehículo se está saliendo del carril.

Los sistemas denominados de control de crucero adaptativo o ACC (de Adaptative Cruise Control), que sirven para mantener la distancia de seguridad en relación a los otros vehículos.